Gloria Maldonado: “Yo nunca he aceptado limitaciones, desde que tengo uso de razón”
18 marzo 2022Es una de las mujeres que está promoviendo el desarrollo de la Economía Azul. Su visión es impulsar una energía limpia y sostenible para Chile a partir de los recursos del mar: un elemento que le apasiona especialmente como nadadora aficionada. En esta nota nos cuenta sus pasiones, sus sueños y experiencias.
“Creo que nací con un cerebro dedicado a la innovación. Yo nunca acepté reglas, nunca he aceptado limitaciones, desde que tengo uso de razón. Creo que mi cerebro venía seteado para hacer innovación donde fuera. Mi cerebro es de romper esquemas, de inventar, de pensar fuera de la caja”.
Así se define Gloria Maldonado, ingeniera química dedicada a impulsar la innovación tecnológica. Actualmente es directora ejecutiva de la empresa Energía Marina SpA y del Centro Tecnológico de Energías Marinas MERIC, en donde está promoviendo el desarrollo de la Economía Azul a través de la energía marina renovable. Tiene dos hijos: la mayor está estudiando odontología y el otro quiere estudiar ingeniería. “Recuerdo desde niña haber leído a Julio Verne y haberme volado con las tecnologías descritas que en ese minuto ni siquiera existían, solo en la cabeza del escritor o Leonardo Da Vinci, que siempre estaba mirando más allá y creando máquinas y cosas que superaban todo lo que el ser humano conocía”.
La energía marina
Cuenta que su propósito actual es crear las condiciones para que en Chile se desarrollen las energías marinas. “El Centro Tecnológico fue ideado e impulsado desde el Estado de Chile, a través de una iniciativa de Corfo, donde el Estado aporta la mitad y los privados –que son los dueños de mi empresa– se comprometen con la otra mitad. La idea no es que hagamos desarrollo nacional de máquinas de energía marina, sino que Chile cree las capacidades tecnológicas y humanas que permitan que alguno de estos prototipos internacionales venga a instalarse acá”, cuenta Gloria.
Esto permitiría impulsar la Economía Azul, relacionada con el uso, la gestión y la conservación sostenible de los recursos marinos.
“En la actualidad, estoy aunando voluntades tanto regionales, internacionales, tecnológicas, para que en Chile exista un gran centro de testeo de energías marinas que permita, por ejemplo, sumarnos a un ejemplo de hidrógeno verde, aportar a la conectividad eléctrica de comunidades remotas o sumarnos a una iniciativa que proporcione agua potable a comunidades costeras. Creo que la energía marina es una gran oportunidad para Chile, dado que es una energía limpia, no contaminante, que podría resolver problemáticas importantes”, dice Gloria.
Reconoce que no siempre estuvo interesada en el mar. De hecho, antes dirigió el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción CTec, y previamente fue directora ejecutiva del Centro de Excelencia en Medicina de Precisión de Pfizer en Chile.
“A mí lo que me convoca, o lo que me apasiona, es desarrollar conocimiento tecnológico desde Chile, porque creo que esa es la forma de salir del subdesarrollo. Mis países objetivos son Singapur o Corea del Sur, que en los años 50 estaban en la más absoluta pobreza y totalmente destrozados por las guerras y se pusieron como objetivo desarrollar conocimiento, y hoy son potencias tecnológicas gracias a ese compromiso público-privado. Desde ahí yo miro el mundo”.
Gloria también es consejera de la Asociación Pamec.energy, participa en el Consejo Estratégico de la Incubadora Chrysalis, en el directorio de Factoría UDP y está en el Consejo Empresarial del Consorcio 2030 de las Universidades de Santiago, Universidad de Concepción y Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Es mentora en Mujeres Empresarias, ComunidadMujer y StartUpChile, y jurado de concursos de innovación de Corfo. Cuenta con 25 años de liderazgo.
“El libro de Tatiana Camps nos permite entender mejor lo que es liderar desde lo femenino, pero yo lo hice intuitivamente. Creo que hoy liderar significa motivar a los otros a construir en conjunto. Nunca me he identificado con el modelo autocrático piramidal, particularmente porque yo no sé de los temas que lidero, y por lo tanto dependo absolutamente del conocimiento de los equipos con los que trabajo, que son súper especializados. Lo que hago es como un jefe de orquesta: tomar a todos estos maravillosos músicos y hacer que suene afinado. Este liderazgo se basa en escuchar y en coconstruir. No soy yo, somos todos”.
Infancia canadiense
“Nací en Chile, pero crecí en Canadá. Mis papás estudiaron en Francia dos años y luego en Canadá 11 años, entonces hice el colegio, college y universidad en Canadá. Tengo la nacionalidad canadiense”.
Crecer en el lado francés de Canadá le ayudó a aprender de una cultura multicultural y multiétnica. “Hizo que fuéramos muy respetuosos de las diferencias en credos, en cultura, en idiomas. Se aprende a convivir y a respetar las diferencias. Eso me hizo una persona bien distinta. Yo fui a colegio público, viví en distintos barrios, aprendí de distintas realidades. Además, en esos años el feminismo norteamericano estuvo bien presente. Muchas de las peleas que se están viendo hoy, yo lo viví en esos años en Canadá. Estaba muy fuerte el tema de que las profesiones tuvieran la terminación femenina. Era una época de feminismo muy a ultranza quizás, pero donde había un respeto muy grande por las mujeres. Llegué a Chile en el año 1984 y fue como un shock”.
Sus pasiones
Cuando no está trabajando, a Gloria le gusta mucho nadar y caminar. “Ahora con la pandemia solo he podido nadar en mi casa. A la piscina le pusimos este sistema donde te amarras de la cintura. Me encanta poder escuchar música mientras voy nadando. Soy feliz en el agua, amo el agua, yo nado de 1.500 a 2.000 metros”, cuenta. También camina con su marido varios kilómetros a diario. “Después del trabajo y a veces a media mañana, si no estamos en reunión, los dos nos vamos y hacemos un power walk. Caminamos un kilómetro rapidito, en menos de diez minutos, y quedamos reactivados para poder seguir trabajando. Es como en vez de tomarse un café en una pausa”.
Otra de sus pasiones es el cine. “Cuando estaba en la universidad, en Canadá, tomé en paralelo con ingeniería ramos de cine por cuatro semestres, desde historia del cine a realización. Es mi pasión, ver películas tanto antiguas como modernas. Me metí al sitio MUBI y ahí puedo ir escogiendo, por ejemplo, los ganadores de Cannes o de Berlín. Cine más independiente y cine arte».
Sobre su película favorita, recomienda: “Me gustó mucho “Azul Profundo” hace varios años y me gustó “Todas las mañanas del mundo”, pero elegir una favorita me cuesta”.
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