Cómo la neurociencia impacta en nuestra capacidad de liderar
31 mayo 2022La mesa de Capital Humano invitó al psicólogo y consejero REDMAD, León Guzmán, a dictar una charla sobre el impacto que el cerebro tienen en nuestro liderazgo personal y seis estrategias para “re cablearlo” y ser más efectivas.
¿El cerebro tiene sexo o no? Así comenzó la charla dictada por el psicólogo de la Universidad Diego Portales y consejero REDMAD, León Guzmán, quien tiene un máster, diplomado y varios certificados sobre el tema. La respuesta recién la obtuvo el año pasado la doctora Lise Elliot tras analizar 30 años de estudios de resonancia magnética.
Descubrió que la única diferencia relevante es que el cerebro del hombre es en promedio 11% más grande, pero que no hay diferencias significativas, por lo que las competencias relacionadas con el fenómeno del liderazgo tampoco tendrían sexo.
No obstante, es en la interacción con el entorno que estas combinaciones de procesos se expresan de manera distinta. “Es esa interacción de modificación, que produce distintos outputs, lo que estudia la neurociencia social cognitiva”, explicó, y que se puede re- cablear para liderar más efectivamente.
León Guzmán explicó que hay tres pilares que condicionan lo que se entiende por liderazgo: la regulación emocional, la neuroplasticidad y los sistemas de pensamiento.
“Todo el approach de la neurociencia al liderazgo es sobre cómo generar las condiciones, desde el cerebro, para que nuestros outputs hacia afuera, nuestras conductas, puedan ser amistosas y generar los beneficios de lo que conocemos como competencias de liderazgo”, expresó el consejero REDMAD.
Explicó cómo funciona el cerebro, cuya función principal es adaptarnos para sobrevivir y preservar la especie. También habló sobre la importancia de los hábitos para el cerebro, su rol en formar la cultura compartida por la gente y la manera de actuar, identificando amenazas por sobre recompensas. “Lo que está detrás de este principio es un engranaje que prepara el cerebro y lo dispone hacia ciertas conductas por sobre otras, nos coloca ciertas emociones por sobre otras, y nos condiciona el tipo de mentalidad con la cuál nos vamos a enfrentar a la realidad y vamos a procesarla”.
A raíz de esto, identificó cómo se procesa la información mediante los sentidos y las cinco dimensiones donde se gatillan las amenazas: el status, la certeza, la autonomía, la afiliación y la equidad. “Si miramos la aproximación del liderazgo en el cerebro, en lo que estamos poniendo foco son estos seis puntos”.
Para abordar cada uno de ellos, y así mejorar nuestra capacidad de liderar, León Guzmán propuso, primero, abordar los fundamentos primarios del bienestar: descanso, alimentación, hidratación, oxigenación y simplificación de las opciones. Segundo, la regulación emocional. Tercero, la generación de mindset, mentales y biológicos, que permitan el liderazgo abundante. Cuarto, entender y manejar la conexión cuerpo y cerebro para liderar el entorno. Quinto, generar las condiciones para la resiliencia mental, es decir, el cambio de hábitos y el pensamiento ágil. Sexto, cómo utilizar la mentalización y la creatividad para potenciar la capacidad de cambio, o neuroplasticidad, y re cablear el cerebro para construir el presente ideal para desarrollarme y mantenerme en bienestar.
Al finalizar, León reflexionó: “Vamos a liderar con el cerebro en mente o vamos a seguir pegados en los viejos hábitos que tenemos. Hagamos de la mente un buen lugar para sentirnos bien”.
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