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Gobierno alista cambios a proyecto para asegurar mayor presencia de mujeres en directorios

26 marzo 2024

Subsecretaría de Economía acogió visiones de actores de la sociedad civil para reforzar la propuesta, indica DF. La idea es trabajar desde la lógica de una cuota sugerida y darle más periodicidad a la revisión del logro de la misma.

Después de cinco meses, el proyecto de ley que busca aumentar la presencia de mujeres en los directorios de las empresas retomará su tramitación de mano de la presentación de nuevas indicaciones por parte del Ministerio de Economía.

Actualmente, la iniciativa está en su primer trámite constitucional en la Cámara de Diputados y fue aprobada sin cambios en las comisiones de Mujeres y Equidad de Género, y Economía.

En su diseño original, la propuesta es una fórmula mixta de cumplimiento gradual, con el objetivo de que a seis años de su entrada en vigencia se exigirá que al menos 40% del directorio esté conformado por mujeres. De no cumplirse, las empresas deberán repetir la elección de directorios en las juntas de accionistas hasta que se cumpla.

En caso de que perdure el incumplimiento, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) podrá aplicar sanciones de acuerdo con las reglas generales y a su política de fiscalización, conforme a sus atribuciones y funciones actuales.

Las indicaciones cambiarían el diseño, introduciendo ahora el modelo de cuota sugerida, con un proceso de revisión continuo por parte del organismo supervisor.

Desde la subsecretaría de Economía y Empresas de Menor Tamaño esperan ingresar los cambios en las siguientes semanas, resultado de un trabajo con distintas organizaciones de la sociedad civil, como Comunidad Mujer, Fundación Chile Mujeres, Red de Mujeres en Alta Dirección (REDMAD) y el Instituto de Directores de Chile.

«Hemos recogido las distintas observaciones y sugerencias, lo que nos permite hoy estar proponiendo un diseño dinámico y gradual, adaptado a la realidad de nuestro país. Tengo plena confianza en que las empresas están preparadas para adoptar de buena manera este nuevo diseño», afirmó la subsecretaria Javiera Petersen.

El nuevo diseño

Además del concepto de cuota sugerida que debe ser cumplida o explicada, las indicaciones implicarán que resultados serán revisados por la CMF cada cuatro años y no a los seis.

Otra modificación es que el proyecto ya no se refiere a cuota mínima de mujeres, sino que es cuota máxima del sexo de mayor representación.

Así, se incorpora un régimen transitorio en el cual a partir de enero del año siguiente a la fecha de publicación, la cuota sugerida es «personas de un mismo sexo no podrán exceder el 80%»; y del tercer año hasta el sexto, las personas de un mismo sexo no podrán exceder el 60%.

Después de estos seis años, inicia el régimen permanente que consagra la cuota sugerida de «personas de un mismo sexo que no podrán exceder el 60%».

En cuanto a la revisión, la CMF operará bajo dos indicadores objetivos que miden el nivel de adopción de la política: que al menos un 80% de las empresas cumpla con la cuota sugerida; y que exista menos de un 5% de empresas cero -o sea, que no cuentan con ninguna mujer en sus directorios. Aquellas que no cumplan, pasarán de un régimen transitorio de cuota requerida, hasta el próximo proceso de revisión.

Valoración a lo transitorio

Desde REDMAD valoran las indicaciones al proyecto, destacando la consagración a la cuota sugerida como el mecanismo basal, ya que contribuye a generar un cambio cultural en la forma de concebir el rol de la mujer en la sociedad y en el mundo de la alta dirección en particular.

También señalan que este modelo va en la línea de fomentar la autorregulación empresarial, pues deja a la cuota obligatoria solo en casos de incumplimiento para las empresas que no llegan a la cuota sugerida, lo que asimismo funcionará como un incentivo positivo para que las organizaciones las adopten.

La presidenta de REDMAD, María Ana Matthias, también resalta el componente evaluativo de la política, lo que va en sintonía con sus planteamientos al Congreso, «en cuanto a que la ley tuviera un horizonte transitorio, con una revisión del nivel de adopción de la normativa al cabo de un tiempo».

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