Construcción de redes de alto estatus: un desafío pendiente para las mujeres
17 julio 2024Un estudio publicado en Academy of Management Journal reveló que, si bien las mujeres son menos propensas a generar redes con ejecutivos de alta dirección a través de interacciones cara a cara, saben aprovechar muy bien las relaciones con terceros para generar este tipo de contactos.
Existen una serie de desafíos que las mujeres deben enfrentar a lo largo de su trayectoria laboral: sesgos de género, falta de corresponsabilidad y lagunas laborales, entre otros. Sin embargo, según Forbes, el acceso a redes de networking, especialmente redes de “alto estatus” –con ejecutivos de alta dirección– también se presenta como un obstáculo en el desarrollo de su carrera. Esto, debido a que en estos espacios los intereses masculinos han estado más presentes históricamente.
La investigación “How Gender Influences the Formation of High-Status Collaboration Ties” publicada en Academy of Management Journal y replicada por Harvard Business Review, entregó nociones sobre la importancia de la construcción de redes de alto estatus para mujeres y las mejores formas para lograrlo.
“Queríamos entender mejor el impacto de la generación de redes para mujeres, si podían ayudarnos a explicar un poco la brecha de género y, sobre todo, si podíamos encontrar formas, no solo de decir que las mujeres están en desventaja, sino también de ayudarlas a superarla”, explica Carla Rua-Gomez, coautora del estudio.
El equipo investigador, compuesto también por Gianluca Carnabuci y Martin Goossen, recopiló datos de 42 grandes empresas farmacéuticas durante un periodo de 25 años, rastreando los procesos para generar redes de miles de hombres y mujeres a medida que avanzaban en su carrera.
La importancia del cara a cara y el mapeo de redes
Entre los principales hallazgos del estudio se destaca la diferencia entre hombres y mujeres para construir redes de alto estatus. Martin Goossen explica: “La principal diferencia radica en que los hombres son más propensos que las mujeres a aprovechar las oportunidades de establecer contactos de alto nivel que ofrecen los encuentros cara a cara, mientras que las mujeres son más propensas que los hombres a utilizar su red para establecer contactos de alto nivel a través de terceros”.
El estudio expuso que, en comparación a los hombres, las mujeres que tenían la oportunidad de interactuar cara a cara con un líder senior tenían 40% menos de probabilidades de formar un vínculo con esa persona. Según los investigadores, esto se debería a que, culturalmente, se tiende a sustituir la autoconfianza por la competencia en las interacciones cara a cara.
Estos rasgos, tradicionalmente asociados a los hombres, terminan por convertirse en criterios para medir el potencial y rendimiento, creando barreras inconscientes para las mujeres.
Sin embargo, las mujeres demostraron tener alrededor de un tercio más de probabilidades que los hombres de formar redes de alto estatus a través de relaciones con terceros, gracias a que este tipo de vínculos tienen como subtexto una aprobación y confianza.
Asimismo, otras investigaciones aseguran que las mujeres son mejores que los hombres en el mapeo de las redes informales. En esta línea, sostiene Martin Goossen: “Nuestra conjetura es que las mujeres pueden ser mejores que los hombres a la hora de mapear redes y, en general, más hábiles que ellos para navegarlas”.
Es usual que las mujeres no aprovechan esa habilidad para crear redes que mejoren su carrera, por lo que los investigadores sugieren considerar de manera diferente estas relaciones. Lo ideal sería verlas no como un simple medio para lograr el ascenso profesional, sino como un fin en sí mismo para generar relaciones basadas en la confianza.
Incentivar los programas de patrocinio
La importancia de crear redes de alto estatus es cada vez mayor en empresas modernas debido a que, a través de estas, las personas acceden a los recursos de las organizaciones y a conexiones con actores relevantes. “Es una de las formas más eficaces de garantizar que el capital humano y las capacidades individuales se utilicen de la mejor manera posible”, afirma Gianluca Carnabuci.
Particularmente para las mujeres, indica Carla Rua-Gomez, estas redes “son una especie de conducto que les permite utilizar plenamente su talento y asegurarse de que este dé frutos, no solo para la organización, sino también para ellas mismas”.
Por esta razón, el estudio sugiere a las organizaciones potenciar la creación de programas de patrocinio o “Network Sponsor Programs”, con el objetivo de ayudar a que ellas forjen relaciones significativas con personas que ya tienen la confianza de líderes en alta dirección.
“Se ha demostrado que los programas de patrocinio de redes bien diseñados producen muchos beneficios tangibles. Esto tiene que ver con el hecho de que a las mujeres sin apoyo a menudo les resulta difícil penetrar en los círculos de toma de decisión de una organización. Además, muchas veces el buen trabajo que hacen no es plenamente reconocido por esos actores de alto nivel. Esa es la barrera que derriba un programa de patrocinio”, dice Gianluca Carnabuci.
Los expertos recomiendan a las empresas aprovechar las relaciones con terceros a la hora de diseñar estos programas: “Muchos utilizan el cara a cara como mecanismo para ayudar a las mujeres a establecer conexiones de alto estatus. Nuestros resultados sugieren que este tipo de interacciones, si bien claramente son importantes, quizás no sean la forma más fácil de que las mujeres establezcan conexiones de alto estatus”, agrega el investigador.
El estudio también entrega una serie de recomendaciones para diseñar programas exitosos y potenciar, no solo el desarrollo de las mujeres, sino que también el de las propias corporaciones. “Es fundamental que las organizaciones apoyen a las mujeres y reduzcan la desigualdad de género. No solo porque es lo correcto, sino también porque hay argumentos económicos de peso para reducirla”, concluye Carla Rua-Gomez.
Artículos relacionados
Estudio revela que la alta dirección femenina en empresas fintech está disminuyendo
Redarquía: el modelo organizacional que transforma la jerarquía tradicional
El tipo de empresa: un factor determinante en la brecha salarial entre hombres y mujeres