Opinión

El activo rol de las empresas en cerrar la brecha salarial

10 septiembre 2024

La brecha salarial es una de las realidades más injustas y persistentes que vivimos en Chile. De acuerdo a la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE 2022, la brecha de género en el ingreso medio es de 25,5% en desmedro de las mujeres. Además, aumenta con el nivel de educación y de responsabilidad: si la brecha es de 9,2% para mujeres en cargos administrativos y medios, crece a 14,2% para aquellas en roles ejecutivos, según informa el Quinto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile.

Las consecuencias de esto se dimensionan mejor si consideramos que en Chile el 47,7% de los hogares es encabezado por una jefa de hogar. En otras palabras, esta gran diferencia tiene un potencial multiplicador muy negativo.

Detrás de la brecha salarial hay múltiples causas. Inciden por cierto factores sociales, como una socialización temprana que asigna a mujeres roles tradicionales de género, los que luego inciden en sus decisiones vocacionales y laborales, así como la visión de que el ingreso de la mujer es secundario al del hombre.

También están los factores normativos, con leyes que hacen recaer en la mujer la exclusiva responsabilidad de la crianza. A nivel laboral, en tanto, la segregación horizontal –elección de carreras más feminizadas- y vertical –dificultades para ascender en la jerarquía organizacional- también afectan.

Necesitamos pasar a la acción, y por su impacto y relevancia, la promoción de una mayor corresponsabilidad debe estar en el centro de las preocupaciones. En ese aspecto, uno de los motores de cambio lo constituyen las organizaciones. Es importante que las empresas tengan, por ejemplo, políticas de corresponsabilidad de las que hagan uso hombres y mujeres, de todos los niveles jerárquicos.

También resulta relevante tener una política de compensaciones clara y conocida, que las compañías sean capaces de detectar sus brechas salariales internas y de eliminarlas, y también que vayan gestionándolas en el tiempo. Junto a ello, es importante reconocer el aporte y visibilizar las buenas prácticas de organizaciones que están comprometidos con esta causa, lo que desde nuestra corporación hacemos todos los años mediante el Premio REDMAD Complementariedad de Género.

Tenemos como sociedad absolutamente identificados los factores que operan para que exista y persista la brecha salarial de género, y también sabemos que el no cerrarla impacta en el bienestar de todos los ciudadanos. Necesitamos, pues, empresas que, a través de la autorregulación, contribuyan a este desafío, partiendo por generar condiciones favorables para sus trabajadores hombres y mujeres. Si cada empresa lo implementa, la sumatoria puede ser muy virtuosa.

María Ana Matthias
Presidenta de REDMAD

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