La brecha de género que aún persiste en la academia
08 junio 2021A pesar de que en Chile se ha avanzado hacia la equidad de género en el ingreso a la educación superior, las mujeres aún se enfrentan a numerosos desafíos al desarrollar una carrera en la academia. Conversamos con las socias REDMAD, Gabriela Freixas, doctora en Educación, y la directora nacional de Postgrado y Educación Continua de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Universidad San Sebastián, Paola Burdiles, sobre los obstáculos que aún enfrentan las mujeres en la academia.
De acuerdo a cifras del Servicio de Información de Educación Superior del Ministerio de Educación (SIES), entre 2010 y 2019, en promedio, el 51,5% de las matrículas de primer año en pregrado fueron de mujeres. No obstante, esta cifra va disminuyendo en los estudios de postgrado, bajando levemente a un 50,9% en el caso de magíster y a 43,5% en los programas de doctorado.
Gabriela Freixas es doctora en Educación, docente de la Universidad de Talca y socia REDMAD. Explica que si bien ha habido avances en la incorporación femenina en la educación superior, a la mujer aún le cuesta mucho avanzar hacia altos cargos en la academia.
“A la edad en la que se hacen los doctorados, la mujer está en edad fértil. Tener un hijo implica estar un año afuera y en la investigación no puedes detenerte. Si te dedicas a la investigación, estás obligada a estar produciendo conocimiento, eso significa estar publicando en revistas indexadas, tener publicaciones previas. Es todo un círculo que te obliga a estar siempre presente”, señala.
El costo de ser madre
El libro “¿Importan los bebés? Género y familia en la torre de marfil”, de Marc Goulden and Nicholas H. Wolfinger presenta un estudio sobre el impacto de tener hijos en el desarrollo de una carrera académica en hombres y mujeres en Estados Unidos.
La investigación descubrió que la formación de familia tiene un impacto negativo en las mujeres, no así en sus pares masculinos. Las mujeres casadas con hijos en edad preescolar resultaron 35% menos propensas a conseguir trabajos que condujeran al rango de profesor titular en comparación con padres de niños pequeños. En comparación con mujeres sin hijos, las madres de niños pequeños son 33% menos propensas a lograr este tipo de empleos.
En Chile, las becas y fondos de investigación otorgados por el Estado a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) –sucesora de Conicyt–, consideran beneficios asociados a periodos de pre y postnatal para las mujeres. A juicio de Gabriela Freixas esto ha “abierto pequeñas puertas que han permitido que más mujeres puedan estar presente”.
Junto a ello, destaca las iniciativas que han impulsado diversas universidades a través de la creación de Direcciones de Equidad de Género. “Los cambios en la academia siempre son a largo plazo, pero tenemos que mirar con orgullo que hay universidades que están resaltando el aporte de la mujer. La Universidad de Chile y la Universidad Católica, hoy con sus Direcciones de Equidad de Género, están partiendo en estos temas, como parte del compromiso de que más mujeres se integren en altos cargos”, destaca.
A esto se suman los recientes nombramientos de la Elisa Araya y Marisol Durán como rectoras de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y la la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) respectivamente.
El camino hacia la equidad de género en las universidades
Paola Burdiles es directora nacional de Postgrado y Educación Continua de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Universidad San Sebastián y socia REDMAD. A su juicio, en los últimos cinco años ha crecido la participación femenina en los cuerpos académicos en base al reconocimiento del aporte que realizan las profesionales mujeres.
“Los pares nos miran como elementos muy poderosos en términos de trabajo minucioso, facilidad para cumplir tareas simultáneas, pulcritud y por tener una mirada más integral”, afirma. Además, dice que “las universidades hoy han ido buscando la equidad. Una de las variables que ha impulsado esto es la creación del Ministerio de la Mujer y las normativas que van regulando la participación balanceada de género en las organizaciones”, agrega.
De acuerdo a cifras de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), las universidades privadas son las que más han avanzado en una distribución de género equitativa de su personal académico, llegando a un 47% de participación femenina. En el caso de las universidades privadas y estatales CRUCH la proporción de mujeres desempeñándose como personal académico es de un 38% y 39%, respectivamente.
Mujeres en la ciencia
A pesar de que a niveles generales se percibe un avance de las mujeres en la academia, esto no se ha dado de manera transversal en todas las áreas. Entre 2009 y 2018 la titulación de mujeres de pregrado en ciencia disminuyó en un 23% según cifras del SIES. En el mismo periodo, la titulación de mujeres en magíster y doctorados de ciencia bajó en un 3,4% y un 2,4% respectivamente.
A juicio de Paola Burdiles, la incorporación de más mujeres como académicas e investigadoras en áreas de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus iniciales en inglés) es un trabajo de largo plazo, que no solo involucra a las universidades, sino que por sobre todo a la educación inicial y a las familias.
“Se debe fortalecer la educación primaria abriendo la mirada a nivel de familia de que las carreras STEM son una alternativa para las niñas. Hoy hay iniciativas que buscan que las niñas se acerquen a la ciencia a través de pequeños experimentos para que empiecen a ver esta disciplina como una forma de vida”, concluye la socia REDMAD.
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