Por María Isabel Aranda, presidenta de REDMAD:
La importancia de darle visibilidad al talento femenino
28 febrero 2019¿Hemos logrado mover la aguja para las mujeres que aspiran crecer profesionalmente? Los movimientos sociales del año pasado, los debates y la mayor información disponible, respecto a las enormes brechas que existen entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo, parecieran estar creando las condiciones para que se produzca un cambio de paradigma respecto a la mujer.
Sin duda, existe una mayor consciencia de parte de las empresas, quienes cada vez más se suman al compromiso de aumentar la participación femenina en su fuerza de trabajo, y en sus cúpulas directivas. Sin embargo, el camino que queda por recorrer aún es largo.
Una encuesta de Boston Consulting Group demuestra que a pesar de un 91% de las empresas asegura tener un programa de diversidad de género, apenas un 27% de las mujeres se ha beneficiado personalmente de ello.
Para revertir la baja presencia femenina en puestos directivos, que en 2018 llegó a ser apenas el 6,4% en directorios de empresas IPSA, se requieren acciones concretas y voluntad de parte de los actores involucrados de querer cambiar esta realidad. El consenso social, entre el Estado, las empresas privadas y las diversas agrupaciones civiles es clave para impulsar un cambio. En ese contexto, los pasos que está dando el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, con la creación de un registro público de mujeres profesionales para directorios, son muy valiosos. Más aún, considerando que en abril de este año se renuevan 14 directorios de empresas IPSA.
Estas listas buscan unificar en un solo registro, la multiplicidad de candidatas que hoy se desempeñan en altos cargos, para que los head hunters y los altos ejecutivos de empresas puedan acceder a ellas fácilmente, otorgándoles visibilidad y oportunidades. Se trata de una tarea que diversas agrupaciones, como la nuestra, han venido persiguiendo hace años: demostrar que sí hay mujeres con excelentes atributos para ocupar puestos de poder y de responsabilidad.
La iniciativa es valiosa, además, porque pone en evidencia las brechas que aun persisten en muchísimas empresas locales, poniéndoles nombre, rostro, y por ende, la posibilidad de medir. En el caso del registro de directoras de las AFP, creado en 2008, esto implicó un aumento en el número de candidatas mujeres, de una sola, en 2009, a 57, en 2018. Aunque el número de directoras sigue siendo menor al de sus pares masculinos, en una proporción del 27% en 2018, este registro sí implicó un alza en la participación femenina, al menos en una primera etapa.
Para avanzar aún más se requiere voluntad de las empresas y convencimiento respecto al valor que genera la complementariedad de talentos y miradas para las empresas. Ese es uno de los pilares de nuestra Corporación: convocar, potenciar, conectar y visibilizar mujeres profesionales con foco en la alta dirección, con el fin de aportar valor a todo tipo de organizaciones.
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