Igualdad salarial: otro reto anclado en la corresponsabilidad
29 julio 2021Según el último dato disponible (2017), las mujeres ganan en promedio un 13,2% menos que los hombres en Chile. Para la directora de Asuntos de Género de la CEPAL, Ana Güezmes, “para una efectiva política que promueva la igualdad salarial se deben incluir incentivos a la protección a la maternidad y a la corresponsabilidad”.
A fines de mayo, la Comisión de Equidad de Género de la Cámara de Diputados aprobó de forma unánime la idea de legislar sobre tres proyectos que modifican el Código de Trabajo para avanzar en materia de equidad salarial. La iniciativa busca, entre otros puntos, establecer como “discriminación arbitraria” a aquellas diferencias salariales que excedan en un 20% la remuneración entre hombres y mujeres.
Se trata de una medida considerada clave por diferentes expertos en materia de género. Es que, aunque el Código de Trabajo chileno establece en su artículo 62 que el empleador debe “dar cumplimiento al principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres que presten un mismo trabajo”, en la práctica ese mandato legal no ha sido suficiente.
Diferentes estudios han demostrado brechas salariales entre hombres y mujeres que varían desde el 30% al 20% aproximadamente en el país. Recientemente, el “Reporte de Indicadores de Género en Empresas en Chile”, preparado por el Ministerio de Mujer y Equidad de Género en colaboración con Fundación ChileMujeres, evidenció que, en promedio, las mismas empresas reconocen a la CMF pagarles a ellas un 10% menos.
No se trata de un tema solo de Chile. De acuerdo con un estudio de la economista Nagore Iriberri -quien fue speaker de REDMAD para el Día de la Mujer– los hombres todavía tienen mejores salarios, ocupan más puestos directivos que las mujeres y sufren una tasa de desempleo más baja. Esto se debe, en parte, a “diferencias de género en competencia”, entendiendo que en el mercado laboral se compite por puestos y sueldos.
Otra investigadora, Sara de la Rica, de la Universidad del País Vasco y FEDEA, reveló que las brechas también aumentan con la edad y, en consecuencia, a lo largo de la vida laboral. “Al mismo tiempo, las mujeres a lo largo de la vida promocionan menos que los hombres hacia ocupaciones mejor pagadas, lo que explica, en parte, ese patrón creciente de la brecha salarial”, afirmó Sara de la Rica al diario El Mundo.
La brecha en Chile y en la región
La brecha de salarios urbanos entre los sexos en América Latina se ha reducido en las últimas dos décadas. La última información disponible para la región muestra un 12% de brecha para el total de la población, cifra que alcanza un 20,5% cuando se considera la población con 13 y más años de estudio, según un estudio de la CEPAL de este año.
En Chile la evolución de la brecha ha tenido una tendencia similar: la cifra alcanzaba un 19,9% a principios de siglo (2003) y el último dato disponible (2017) indica que las mujeres ganan en promedio un 13,2% menos que los hombres. La información según años de escolaridad muestra el mismo fenómeno que en América Latina: a mayores años de escolaridad mayor es la brecha. Mientras que la población con 0 a 5 años de educación tiene una brecha salarial urbana de 6,9%; entre quienes tienen 13 y más años de educación la brecha alcanza un 21,2%, de acuerdo con la CEPAL. Es decir, las principales diferencias de género se producen en los segmentos con mayores niveles de estudio y especialización.
El hogar
Mucho de lo anterior tiene que ver, según expertos, con que todavía se le asocia a las mujeres a las tareas relativas al ámbito del hogar y de la familia.
La directora de Asuntos de Género de la CEPAL, Ana Güezmes, comenta a REDMAD que “para una efectiva política que promueva la igualdad salarial se deben incluir incentivos a la protección a la maternidad y a la corresponsabilidad”. En ese sentido, añade que estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalan que la maternidad es otro factor relevante a la hora de identificar los grupos de mujeres más afectadas por la brecha salarial. “Así, aspectos como el acceso a servicios de cuidado o a licencias por maternidad y paternidad son particularmente relevantes”.
La experta sostiene que la igualdad salarial entre hombres y mujeres “es un compromiso de derechos humanos que debe hacerse visible, posible y con resultados mucho más rápidos que los logrados en las últimas décadas. Las brechas salariales de género persisten como obstáculo para la autonomía económica de las mujeres y la superación de la pobreza y la desigualdad en la región”.
En ese sentido, plantea que se necesitan estrategias directas para analizar, cuantificar y transparentar la diferencia salarial entre mujeres y hombres, además de estrategias directas que impulsen reformas legales que se enfocan de manera específica en la erradicación de esta forma de discriminación.
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