Acantilados de cristal: El fenómeno que acecha a las mujeres en puestos de poder y tiempos de crisis
07 septiembre 2023Se refiere al aumento de posibilidades que enfrentan las mujeres para asumir cargos de alta dirección en momentos complejos y las consecuencias que esto tiene para su trayectoria laboral. El término fue acuñado en 2004 y se ha popularizado en los últimos años debido al aumento de casos similares.
El “techo de cristal” en los espacios de poder, fenómeno que hace referencia a las barreras invisibles que dificultan a las mujeres llegar a cúpulas directivas, es ampliamente conocido en el ámbito empresarial y organizacional. Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Exeter, Michelle K. Ryan y Alexander Haslam, acuñaron un nuevo término que ha ido tomando fuerza con el tiempo: los “acantilados de cristal”.
Este fenómeno hace referencia a que las mujeres tienen más posibilidades de ser contratadas en puestos de liderazgo cuando las organizaciones atraviesan períodos de crisis. Así, las lideresas enfrentan mayores desafíos a lo que hubiesen tenido siendo contratadas en condiciones normales y, por ende, tienen más probabilidades de caer de un “acantilado” invisible.
Si bien la investigación fue publicada en 2004, durante los últimos años el término se ha popularizado. Carla Rojas, psicóloga especialista en inclusión de género y asesora de estudios de esta línea en el Ministerio de Minería, explica que los acantilados “se están convirtiendo en algo común en el mundo y Chile no es ajeno a eso. Por ejemplo, el caso de las AFP, donde empezaron a poner directoras cuando estaban en crisis. O en minería, una industria que hoy enfrenta desafíos importantes y donde las últimas dos ministras han sido mujeres. Este fenómeno también presenta el riesgo de sacar a algunas mujeres de estos espacios”.
El estudio inglés asegura que los acantilados de cristal pueden generar una precarización y hacer de los espacios de liderazgo donde se desenvuelven las mujeres algo más riesgoso y estresante, repercutiendo negativamente en su currículum.
Los factores detrás de los acantilados
Uno de los elementos que explica este fenómeno es la presencia de estereotipos y roles de género en las empresas, organizaciones y espacios políticos. Bajo esta lógica, rasgos típicamente asociados a las mujeres -como empatía, mirada a largo plazo o intuición- responden a las necesidades que surgen en tiempos de crisis. Por otro lado, el carácter “masculino” -fuerza, ambición, contundencia- se asocia a las necesidades en tiempos de éxito y crecimiento.
El estudio destaca también que la presencia de una ideología sexista dentro de los distintos espacios laborales incentiva a poner a mujeres en puestos de poder en épocas de crisis, debido a que hay pocas posibilidades de desarrollo para ellas.
Pamela Farías, especialista en la vinculación entre mujer y trabajo de la Dirección de Igualdad de Género de la Universidad de Chile, explica que los acantilados de cristal “se enmarcan en un contexto donde la situación de las mujeres siempre se va a ver limitada por factores estructurales, que hacen que sea mucho más fácil restarse de estas oportunidades porque los costos son muy altos”.
Otro factor que explica el fenómeno de los acantilados de cristal hace referencia a la identidad social de las organizaciones donde, en un momento complejo, se cede el liderazgo a un miembro de la minoría -mujeres-, que no pertenece al grupo dominante -hombres. Así se justifica el fracaso por la presencia de un líder “atípico”.
Pamela Farías, quien también realiza formación para gremios empresariales, organizaciones sociales y sindicatos, comenta: “No creo que la generación de acantilados sea una mala intención o algo premeditado, pero efectivamente el error de una mujer en el poder es amplificado muchas más veces que el error de un hombre, porque los hombres están acostumbrados a estar en estos espacios”.
Cómo enfrentarlos
Diversos expertos aseguran que el primer paso para enfrentar este fenómeno es visibilizarlo y convertirlo en algo tangible. La psicóloga Carla Rojas menciona la ley de cuotas en el mundo privado y público como un buen punto de partida: “Una presencia más paritaria en los altos cargos puede ayudar a impulsar el liderazgo femenino y no exponer a las mujeres a tener más posibilidades de asumir cargos altos solo en tiempos de crisis”.
Por su parte, Pamela Farías, desde su experiencia capacitando a organizaciones en buenas prácticas laborales, asegura que las empresas pueden comenzar a “trabajar desde un enfoque de género, entender que la desigualdad es un problema social y estructural. Hacer compromisos por la igualdad es muy importante y hoy las empresas cuentan con un conjunto de dispositivos que les permiten hacer procesos para mirar desde un enfoque de género”.
Para finalizar, Carla Rojas advierte que las mujeres también cuentan con herramientas propias para evitar caer en un acantilado de cristal: “Creo que una de las más importantes es aprender a decir que no, o simplemente tomarse un tiempo para responder y así evaluar antes todas las posibilidades. También puede ayudar tener mentorías de mujeres con más experiencia, que te puedan dar un consejo en cuanto al cargo que estás asumiendo”, concluye.
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