Cómo incorporar la mirada científica a las estrategias de las empresas
25 mayo 2020Situaciones como el estallido social y la pandemia del COVID-19, han evidenciado la necesidad de que las organizaciones cuenten con profesionales diversos para mejorar la toma de decisiones en contextos complejos. Conversamos con María Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2006, Claudia Papic, directora ejecutiva del Instituto de Ecología y Biodiversidad y socia REDMAD; y Bárbara Poblete, profesora asociada al Departamento de Computación de la Universidad de Chile e investigadora del Instituto Milenio Fundamentos de los Datos, sobre cómo sumar las ciencias en la visión estratégica de las compañías.
El estudio “Diversidad en los directorios chilenos: Una mirada al IGPA y al IPSA”, presentado en mayo de 2020 por el ESE Business School de la Universidad de los Andes, reveló la gran homogeneidad que existe en los directorios de las empresas en Chile. A la escasa participación de mujeres, se suma además, la baja diversidad en cuanto a profesiones: De acuerdo a la investigación, dos de cada tres asientos de directorio en las empresas IGPA está ocupado por un ingeniero comercial o un ingeniero civil. La tercera profesión más común son los abogados con un 13,9%.
Contextos como el estallido social chileno y la emergencia sanitaria del Coronavirus, han dejado en evidencia la necesidad de que las empresas cuenten con profesionales que sirvan de puente entre las industrias y las ciencias naturales, sociales y matemáticas. Así lo cree Claudia Papic, directora ejecutiva del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), y socia REDMAD.
“Es necesaria una mirada ecosistémica, no solo de lo natural, sino que del entramado amplio que implica que todo está conectado. A veces nos basamos en informes y no nos damos cuenta de que no aplican para el entorno ecológico o la cultura en la cual estamos. Es importante incorporar a la ciencia a la conversación para analizar la información de manera correcta con la profundidad que corresponde”, afirma Claudia Papic, también directora de la Fundación Senda Darwin.
Cómo integrar a la ciencia a las empresas
A la hora de sumar el pensamiento científico a la toma de decisiones de las compañías, no existe un camino único. María Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia Chilena de Ciencias y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2006, destaca iniciativas como el Círculo de Innovación desarrollado por ICARE, que busca acercar la visión científica y la empresarial para crear valor en el país.
“A través de esta instancia los científicos nos estamos comunicando con gente del mundo empresarial y estamos tratando de romper esta imagen de que al científico lo único que le interesa es estar en su laboratorio, lo que es una falacia”, afirma Hidalgo.
A juicio de Claudia Papic, también es importante promover la participación de profesionales de las ciencias como asesores de directorios, con el fin de hacerlos partícipes de aquellas discusiones estratégicas en las que pueden aportar con sus análisis especializados.
“Cuando quieres tomar una decisión relevante para el negocio, como una decisión de inversión, es importante integrar a los científicos a la conversación para que apoyen en el análisis de la información que se está considerando. Veo con muy buenos ojos la participación de científicos como asesores en las reuniones en las que se discuten temas en los que pueden aportar”, recomienda Papic.
Colaboración con la academia
Bárbara Poblete es académica del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile e investigadora asociada del Instituto Milenio Fundamentos de los Datos. A su juicio, la colaboración entre la ciencia y las empresas se debe dar a través de un trabajo entre el mundo privado y la academia, tomando como modelo la experiencia de países como Estados Unidos, donde muchos profesores dividen su tiempo entre la industria y su trabajo en universidades.
“En Estados Unidos muchas empresas tienen incorporados en sus equipos toda una división de ciencias aplicadas. Profesionales que están dedicados a estudiar de manera científica los problemas de la compañía y entregar el feedback para la toma de decisiones”, explica Poblete.
En las ciencias de datos este tipo de colaboración son comunes en las grandes empresas de tecnología. En 2002, Google incorporó al destacado economista Hal Varian para liderar su estrategia de anuncios publicitarios AdWords. Uber creó una unidad de investigación al interior de la compañía para la cual reclutó a Alan Krueger, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca en el gobierno de Barack Obama. Por su parte, se estima que Amazon cuenta con cerca de 150 doctores de economía en su staff, una cifra incluso mayor que la de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
Bárbara Poblete destaca que en Chile existen programas del Estado creados para financiar la investigación conjunta entre universidades y empresas, por lo que hace un llamado a utilizarlos.
“Existen herramientas del Estado para realizar estas colaboraciones. El Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) permite desarrollar proyectos donde se puede agregar el valor de la academia a la industria”, ejemplifica Poblete.
Por su parte María Cecilia Hidalgo, enfatiza en la importancia de que el mundo público y privado aproveche el capital humano que se ha formado, tanto en Chile como en el extranjero, y lo incorpore para generar conocimiento y desarrollo para el país.
“Se necesita abrir la puerta para que se pueda integrar toda la gente que hemos formado y que en este momento no tiene entrada al sistema. Estamos con una paradoja tremenda, necesitamos gente que haga investigación, la tenemos, pero no le damos entrada”, afirma la Premio Nacional de Ciencias.
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