Mujeres en alta dirección: Avances y retos pendientes
01 marzo 2022Aunque algunos estudios han mostrado el aumento de la participación de las mujeres en los directorios de empresas en nuestro país, Chile sigue estando muy lejos del promedio de la OCDE y de la paridad.
Es una medida que ha ido creciendo y llamado la atención en los últimos años: cada vez más mujeres se incorporan a los directorios de las empresas en Chile.
La tendencia ha sido mostrada en diferentes estudios. Uno de ellos es el Ranking IMAD de Mujeres Empresarias, que existe desde hace cinco años y revela la participación femenina en la alta dirección de las empresas más importantes del país.
El informe de este año mostró que un 84% de estas 126 firmas (compañías IGPA, empresas públicas, multinacionales y/o de la banca con ventas superiores a 100.000 UF anuales y 100 trabajadores o más) ya cuentan hoy con mujeres en sus directorios, frente al 42% cuando se inició el estudio, en 2017.
Al respecto, Carolina Eterovic, directora ejecutiva de Mujeres Empresarias, comenta a REDMAD que hoy “vemos que hay una alta presencia de empresas multinacionales que tienen una cultura más avanzada en temas de diversidad e inclusión. Estas empresas tienen más experiencia en gestionar estos cambios, se vienen midiendo hace más tiempo y para ellas es algo fundamental en el negocio. Lo bueno es que las vemos muy colaborativas y abiertas a compartir sus experiencias con el resto de las empresas”.
“Otro punto que observamos es que algunas empresas públicas que, por un tema de cuotas, han debido incorporar mujeres a sus equipos directivos y ha quedado demostrado que cuando se proponen encontrar mujeres calificadas para estos cargos, las encuentran”, dice Carolina Eterovic. Asimismo, entre las 10 empresas mejor rankeadas en el estudio de este año, se ubicó una empresa familiar que presta servicios en la minería, una industria más masculinizada. “Eso nos demuestra que es posible incorporar mujeres en todo tipo de industrias”, sostiene.
Además de este informe, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó recientemente su segunda versión del Handbook de Género, en el que abordó el avance en el acceso de mujeres a cargos de poder y responsabilidad en las entidades fiscalizadas.
El estudio concluyó que, si bien hubo un progreso tangible, Chile sigue encontrándose entre los países con menor representación de mujeres entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ubicándose en el lugar 33 de 37 países evaluados.
Mientras el promedio de participación femenina del bloque llega al 26,3%, en Chile solo una de cada 10 mujeres está en las altas gerencias y directorios. En el polo opuesto, Francia llega a tener 45,1% de las mujeres en esos puestos de liderazgo, casi alcanzando la paridad de género en los altos cargos.
En un comunicado, la CMF expresó que de su parte sigue su preocupación en esta materia. Y “como miembro de la Subcomisión de Estadísticas de Género del INE, continuará aportando en este proceso mediante la visibilización de las brechas, la sensibilización de los grupos de interés y la generación de información para el diseño, la implementación y evaluación de políticas (públicas y privadas) en materia de equidad de género”.
Desafíos y oportunidades
La directora ejecutiva de Mujeres Empresarias afirma que, desde su mirada y conocimiento del mercado laboral femenino en Chile, “pese a que se ha avanzado, aún hay mucho por hacer”. Es cierto. Según el estudio de la CMF, faltan al menos 15 años de progreso para que Chile alcance el promedio de participación femenina de la OCDE, y probablemente mucho más para alcanzar la paridad.
“Hay temas que aún son un gran “pendiente” en las empresas, por ejemplo: ¿Qué están haciendo las empresas en el camino de mejorar sus índices de participación laboral femenina?, ¿De qué forma un equipo conformado por hombres y mujeres amplía la mirada de una compañía?, ¿Qué desafíos supera una empresa que incluye mujeres en sus puestos de alta dirección? Al hacerse estas preguntas el cambio estará más cerca”, advierte Carolina Eterovic.
Otras iniciativas que las empresas pueden tomar, como hemos promovido desde REDMAD y como recomiendan organismos como ONU Mujeres, es fomentar la corresponsabilidad.
En el mundo, según ONU Mujeres, entre cocinar, limpiar, y tareas de cuidado, las mujeres realizan al menos 2,5 veces más trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que los hombres. Por tanto, tienen menos tiempo para dedicar al trabajo remunerado o trabajan más horas, combinando trabajos remunerados con otros que no lo son. Por ello, “para acelerar el progreso en materia de empoderamiento económico de las mujeres, se necesitan con carácter urgente políticas que ofrezcan servicios, protecciones sociales e infraestructuras básicas, que promuevan la distribución del trabajo de cuidado y doméstico entre las mujeres y los hombres, y que permitan crear más empleos remunerados en la economía asistencial”, recomienda la organización.
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