Pensar los temas que vienen en materia de igualdad de género en 2022

01 marzo 2022

La importancia de profundizar el espacio de las mujeres en las carreras tecnológicas y usar estas herramientas para fomentar la igualdad de género, y otras iniciativas, son algunas de las propuestas claves para este año.

 

Pensar en cómo fomentar la igualdad de género es un desafío diario. Y en 2022 no podría ser distinto.

El año partió, por ejemplo, con una nueva edición del Congreso Futuro que contó con una jornada completa –“Digitalizadas: Hackear lo binario”– que puso a las mujeres como centro y cuyo foco fue puesto en la manera en que la tecnología puede y debe servir como herramienta de empoderamiento y visibilización de sus demandas.

El espacio invitó a cuestionar el pensamiento binario que, según diferentes panelistas, clasifica a las personas de manera arbitraria, asignándoles roles y características que muchas veces no se condicen con sus identidades, capacidades e intereses.

Así, por ejemplo, la neurocientífica británica Gina Rippon planteó que hay que derribar “el estereotipo del cerebro masculino versus el femenino”. De acuerdo con ella, “es dañino, y distrae, por decir lo menos, al progreso y la formulación de políticas públicas” y es un mito el que, por razones biológicas, el cerebro de las mujeres esté mejor cableado para sentir simpatía, pero no para ejercicios de lógica.

Los distintos expositores también expresaron que las políticas públicas para frenar la violencia hacia las mujeres y niñas deben ser una prioridad y comentaron su preocupación por el hecho que la violencia se esté trasladando al terreno digital. En esa línea, llamaron a utilizar las herramientas tecnológicas para combatir esas malas prácticas y potenciar las políticas públicas.

Por ejemplo, la emprendedora tecnológica y directora ejecutiva de Kodea, Mónica Retamal, sostuvo que “la apropiación digital es el motor de empoderamiento femenino”.

“Todas las personas tienen que estar conectadas. Masificar el conocimiento y las habilidades científico-tecnológicas son una fuente clave de justicia, empoderamiento económico y equidad”, planteó.

De forma similar, Paola Santana, empresaria, experta digital y fundadora de Matternet, destacó que en Latinoamérica los grandes problemas, como la desigualdad de género, no se han resuelto en muchas décadas, pero que por lo mismo las mujeres “tenemos PhD en resolver problemas. Esto hace con que seamos sumamente atractivas en las diferentes industrias, incluyendo Silicon Valley. En mi experiencia, nosotras sabemos exportar know-how y, por lo mismo, debemos estar desarrollando, en lugar de solo consumiendo productos”.

Medir el impacto de la pandemia

A casi dos años del primer caso de Covid-19 en Chile, una tendencia que ha sido comentada por distintos organismos internacionales es medir adecuadamente el impacto en la vida laboral y doméstica que la pandemia ha tenido para las mujeres.

En ese sentido, por ejemplo, Ángeles Fernández, politóloga y presidenta de la Fundación Hay Mujeres, ha expresado la importancia de que las respuestas a la crisis desatada tras la pandemia del Covid-19 debería contar con más tecnología. “Creo que tenemos que colocar la tecnología con mucha más fuerza a dialogar, a conversar con todas las demás prioridades, para que podamos desatar ese nudo entre el orden de género y la división entre lo público y lo privado”, afirma.

De acuerdo con la CEPAL, la pandemia ha provocado un retroceso de más de 18 años en la participación laboral de la mujer en América Latina y el Caribe. Esto, porque en 2020 la tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral en la región fue de 46,9% y para encontrar cifras similares hay que remontarse 18 años atrás: al año 2001, esta era de 46,3%.

Por eso, Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género del organismo, comenta a REDMAD que “se requiere un nuevo pacto fiscal que promueva la igualdad de género: es necesario aumentar los niveles de recaudación de forma progresiva y movilizar recursos públicos adicionales para hacer frente a las necesidades crecientes de financiamiento. Para recuperar el empleo de las mujeres es necesario impulsar la reactivación productiva de sectores gravemente afectados como el comercio, el turismo y los servicios, y con un alto impacto en el empleo de las mujeres”.

De manera similar, dice que, desde el sector económico, “se deben impulsar inversiones en sectores dinamizadores de la economía con medidas para aumentar la participación de las mujeres, por ejemplo, en el ecosistema digital, en las energías renovables, entre otros. Para ello hay que tener en cuenta las barreras de ingreso, incluida la sobrecarga de trabajo no remunerado. En este sentido, es importante garantizar el acceso de las mujeres al conjunto de servicios y productos financieros de calidad, contemplar estrategias de protección y de reconversión laboral para las mujeres afectadas por la pérdida de empleo o la creación de nuevos puestos de trabajo resultado de nuevas demandas y prevenir la precarización de las formas de empleo emergentes”.

Los desafíos de una agenda sostenible

Este 2022, el Día Internacional de la Mujer tiene como mensaje principal “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.

En ese sentido, reconoce la contribución de las mujeres y las niñas de todo el mundo, que están liderando los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático para construir un futuro más sostenible para todas las personas.

De acuerdo con el Banco Mundial y otros organismos internacionales, potenciar la igualdad de género en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres es uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI. Y, en esa línea, las mujeres y niñas pueden apoyar en muchos aspectos.

De acuerdo con ONU Mujeres, las mujeres y las niñas son líderes eficaces y poderosas que impulsan el cambio para lograr la mitigación y la adaptación climáticas. Por ello, plantea el organismo, “para lograr el desarrollo sostenible y una mayor igualdad de género es esencial seguir explorando las oportunidades, así como las limitaciones, para permitir que las mujeres y las niñas tengan voz y participen en pie de igualdad en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático. Sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible e igualitario seguirá estando fuera de nuestro alcance”.