Abramos la Caja Negra: una mirada desde el talento humano
28 agosto 2024En esta tercera entrega analizamos las habilidades para desenvolverse en el mundo laboral, donde las relaciones interpersonales se destacan en ambos géneros.
Según los resultados del estudio Abriendo la Caja Negra 2.0: factores que impactan en el camino hacia la alta dirección, elaborado por REDMAD y Criteria; el género femenino destaca por sobre el masculino en cuanto a las relaciones interpersonales como habilidades para desenvolverse en el mundo laboral.
Dos socias de REDMAD, especializadas en talento humano, analizan los resultados.
Relaciones laborales
En la investigación se determina que, al momento de analizar los factores que han influido en su desarrollo profesional, la forma de relacionarse con las personas en el trabajo es de alta relevancia, tanto para hombres como para mujeres. Aquí se presenta una brecha positiva de 5 puntos porcentuales (pp) para ellas.
Germania Acevedo, gerenta de Personas de JRI Ingeniería, examina este ítem. “El estudio da cuenta de la realidad que nos ha tocado vivir a las mujeres en las empresas, especialmente en generaciones más adultas, en términos de los atributos que se nos asignan en función del género y el mayor desarrollo de ciertas habilidades”.
Continúa: “De las mujeres se espera, y se premia, un mayor despliegue de las habilidades interpersonales, contamos con una mayor socialización y experiencia al respecto. Por el contrario, al considerar las habilidades que se atribuyen al género masculino, como la capacidad de confrontación y de dirección, entre otras, estas son reprobadas en las mujeres”.
Lo más interesante, opina, “es que crecientemente se han hecho más importantes estas habilidades interpersonales, por lo cual es un capital que tenemos las mujeres y que podemos fortalecer”.
Por su parte, Valentina Pérez Terreu, quien también se desempeña como gerenta de Personas, señala que, de las nueve competencias individuales evaluadas en el estudio para esta dimensión, coincide “en la relevancia de las relaciones interpersonales tanto primarias como secundarias”.
Explica: “Con las secundarias me refiero a aquellas que mantenemos dentro de las organizaciones con personas con las que no hay dependencia directa. Crear relaciones donde puedas expresarte, atreverte a asumir riesgos y a equivocarte de forma ágil, genera confianza para avanzar en la carrera profesional”, puntualiza.
Importancia del trabajo y negociación de mejoras laborales
El estudio, además, determinó la alta importancia que ambos géneros le dan al trabajo. Sin embargo, acá la brecha es negativa para las mujeres (7 pp).
“La diferencia entre hombres y mujeres puede estar dada por el hecho de que a las mujeres no solo nos define y moviliza el ámbito laboral, sino que también la familia –en el amplio sentido de la palabra–, junto con otros intereses como el deporte, las relaciones con amigos y amigas, hobbies, estudios, etc.”, opina Germania Acevedo.
Por su parte, Valentina Pérez Terreu declara: “En lo personal, un factor clave en mi desarrollo profesional ha sido trabajar en redarquía (nombre desconocido hace 20 años) y en este estilo de liderazgo es relevante construir relaciones interpersonales de calidad con todos los stakeholders”.
Asimismo, el estudio investigó acerca de la capacidad para negociar ascensos o aumentos salariales, arrojando que esta no es elevada para ninguno de los géneros. Llama la atención aquí la brecha de 11 pp en desmedro de las mujeres.
Al respecto, Germania Acevedo analiza: “Si bien las mujeres tenemos excelentes habilidades como negociadoras, he visto que esas habilidades las ponemos al servicio de otros: empresa, equipo y grupo de pertenencia. Escasamente las usamos para negociar nuestras condiciones salariales o ascensos dentro de las organizaciones”.
Agrega que esto probablemente se da en los grupos más adultos por una serie de factores. “Lo principal es la poca seguridad en nosotras mismas, o el sentimiento de que siempre se está al debe, ya sea porque compartimos nuestro tiempo con otros roles o porque sentimos que debemos demostrar permanentemente nuestro valor. En términos simples, creo que es un reflejo claro del ‘síndrome del impostor’ que afecta a las mujeres”, explica.
Género y desarrollo profesional
La Caja Negra 2.0 determinó que el género tampoco tiene una relevancia positiva demasiado significativa tanto para hombres como para mujeres como factor de influencia en el desarrollo profesional, pero la brecha de 8 pp en menoscabo de las mujeres es llamativa.
Esto habla de la evolución que ha habido en materia cultural en relación con los estereotipos físicos. Las mujeres más jóvenes han crecido un contexto que rema hacia la superación de estos y hacia una mirada más diversa; mientras que, entre las más mayores, se aprecia una mayor persistencia en visiones más restrictivas, donde los estereotipos cobran más fuerza.
Valentina Pérez Terreu coincide en que el género es cada vez menos relevante. “Sin embargo, aún existen algunos sesgos en las mujeres mayores por haber crecido en entornos laborales que en general favorecían a los hombres”, afirma. “Personalmente, fui bastante miope durante años respecto a esto, ya que crecí en entornos familiares, educativos y laborales donde nunca me sentí discriminada por ser mujer. Al revés, liderar desde lo femenino era reconocido como un valor”.
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