Sima Nisis de Rezepka: “Hay que soñar en grande, vencer los obstáculos y tratar de resolver las dificultades para aterrizar nuestros sueños”
04 mayo 2022Ha estado toda su vida dejando huellas. Algunos de sus hitos son: ser presidenta y gobernadora de la Universidad Hebrea de Jerusalén en Chile, tener más de 40 años de experiencia académica, ser coautora y colaboradora de libros con Humberto Maturana, y ser profesora y cofundadora de la escuela de biodanza de Israel.
Al comenzar a contar su gran trayectoria, Sima Nisis de Rezepka se remonta a su época de niña scout. “Es interesante cómo un movimiento scout fue bastante fundamental para la elección de todo lo que pude hacer académicamente. Elegí estudiar algo que tuviera que ver con dejar huellas. Me hice la gran pregunta de qué carrera podía estudiar, donde mi alma y espíritu quedara en otras personas. Y lo más cercano a esa respuesta iba acompañada con otra pregunta: qué es lo que más me importaba en la vida. Me contesté que era ser una buena mamá”, recuerda.
Así decidió cursar la carrera de educadora de párvulos en la Universidad de Chile. “Felizmente, fue el punto de partida para estudiar después educación en la Pontificia Universidad Católica de Chile; psicopedagogía como postgrado; psicología social en un magíster, estudios de doctorado en toda el área de las humanidades; y, simultáneamente, licenciatura en hebreo y biblia en la Universidad Hebrea de Jerusalén”, dice Sima.
Aparte de ser la directora de cultura de WIZO, institución de voluntariado de mujeres de la comunidad judía, es presidenta y gobernadora de la Universidad Hebrea de Jerusalén en Chile y directora del Comité Internacional de las Naciones Unidas de Zonta, donde representa a Chile. También pertenece a la agrupación folclórica chilena Raquel Barros, al Rotary Club Santiago y al Consejo Chile-Israel para la Ciencia, Tecnología, Innovación y Humanidades.
Académica y coautora
Sima fue profesora de hebreo y biblia en el Instituto Hebreo por más de 30 años. También ha trabajado como profesora universitaria desde hace más de 40 años. En este momento, está enseñando un postgrado en Psicología Positiva y Bienestar en la Universidad Adolfo Ibáñez, pero por más de 20 años fue profesora en simultáneo en la Universidad de Chile y en la Pontificia Universidad Católica. “El hito histórico en mi vida ocurrió cuando fui a estudiar a Berkeley con los creadores de la Psicología Humanista. Llegué a Chile con mucho entusiasmo por introducir la visión creada por Carl Rogers, y encontré que a los humanistas no los veían como a la gente de las ciencias duras”, explica.
Eso la llevó a leer las ideas del doctor Humberto Maturana sobre biología del conocimiento”. “Yo trabajaba en la facultad de Ciencias Sociales, al lado de la de Ciencias. Lo llamé y le dije doctor leí su libro, pero no entendí nada. Lo que más me emociona es que usted como biólogo habla de las emociones, y todo mi tema es el desarrollo de las emociones y de la afectividad desde la psicología humanista. Me dijo, bueno, qué está haciendo usted en este momento. Yo le dije estoy al lado suyo, y me dijo venga a conversar conmigo. Ahí partió una historia que es para ponerla en un marco de oro, porque me dijo: si usted no me entiende la invito a que se matricule en mi curso”.
Sima entró a estudiar Biología del Conocimiento con él, pero cada vez entendía menos. “Hablaba en un lenguaje muy hermético y especializado. Me invitó a su laboratorio y me enseñó clase a clase. Al tiempo me dijo: ¿Por qué no colabora conmigo y hace los talleres prácticos de lo que yo enseño? Trabajé 20 años con él y escribimos tres libros. Fui colaboradora del libro “El Sentido de lo Humano” y “Transformación en la Convivencia” y coautora del libro “Formación Humana y Capacitación”, editado por Unicef, y enseñé como diez postgrados con el doctor Maturana en Ecología Humana en la Facultad de Ciencias Sociales”, resume Sima. “Enseñé su teoría en diferentes universidades e hicimos trabajos de investigación aplicados a la educación. El libro “Formación Humana y Capacitación” se convirtió en una inspiración para toda la educación”.
Para ella, trabajar con el doctor Humberto Maturana fue muy importante. “Creo que soy la persona que más oportunidad tuvo de acompañarlo en su desarrollo para llegar a un público masivo, me convertí en traductora de sus ideas. Si debo aprender algo de él, es su capacidad de escuchar y contestar preguntas, con mucha serenidad y tranquilidad. Nunca estaba apurado, daba una sensación de acogida, de bienestar, de atender a todo el mundo con mucho respeto. Él era el reflejo de su propia teoría”.
En el libro “El Sentido de lo Humano”, Sima escribió el prólogo y una entrevista, que es casi un cuarto del libro, donde está toda la teoría explicada a todo público. Es el libro con más ediciones del doctor Maturana, cuenta con numerosas ediciones y es la recopilación de todos sus trabajos.
“Aprendí todas las habilidades para poder unir mi mundo humanista con mi mundo científico. Por otro lado, tuve la oportunidad de expresarme a través del baile”, dice Sima.
La biodanza
Cuando ya llevaba 15 años trabajando con el doctor Maturana, Sima conoció al profesor Rolando Toro, el creador de la biodanza. “Dije esto es lo que a mí me falta”, indica Sima, “empecé a estudiar, me convertí en profesora didacta, hice los postgrados y se me integró la vida entera a través de la psicología humanista, la teoría del amor, la biología del conocimiento y la educación biocéntrica, que es la filosofía de la biodanza. Es el broche de oro en mi curriculum”. Invitaron al profesor Rolando Toro a Israel, e irradiamos la Biodanza en todo el país. “Me pidió que con Francine Tempel fuéramos las directoras de la primera escuela de biodanza en Israel. Llevamos más de 16 años viajando, se crearon dos escuelas, hemos formado más de 80 profesores facilitadores en todo el país y la biodanza se incorporó en varios ministerios y a nivel nacional en Israel. Sin duda me cambió la vida entera, al ser profesora de biodanza siento que es una misión llevar el bienestar y la felicidad, y es lo que enseño en la UAI”.
Sima cumplió hace unos días 62 años de matrimonio, tiene cuatro hijos y 10 nietos. “Lo mejor que he hecho en mi vida es haber elegido a Salo Rezepka como compañero de vida. Creo que dar todo el amor de mi vida a mis seres queridos que están a mi alrededor es lo que más me inspira, poder colaborar con las mismas cualidades que he aprendido de los profesores notables que he tenido en mi vida”.
Sima aconseja a las mujeres elegir una pareja “que te respete, te estimule, te aplauda tus logros. Cuando tienes un buen compañero de vida, todo fluye. Gran parte de lo que soy se lo debo a mi marido”.
Otro consejo que da es estar atenta a las noticias y tener notables horizontes, sin quedarse en el pasado: “En una frase: carpe diem, aprovecha cada minuto. Y elige siempre lo que te permita elevarte a ti y a otro en vez de quedarte con lo profano, que es lo cotidiano y sin importancia. Busca siempre ir dejando huellas de alguna manera, consciente o no, al trascender, y busca siempre metas que logren impactar. Por eso siempre estoy creando proyectos de impacto social. Hay que soñar en grande, vencer los obstáculos y tratar de resolver las dificultades para aterrizar nuestros sueños”.
También tiene tiempo para dedicarle a otra pasión: el tango. “Voy a la academia desde hace 17 años y bailo con el profesor, que es un tremendo bailarín. Aparte leo mucho, escucho música, cocino, e invito a mucha gente a nuestra casa y le dedico mucho tiempo a los hijos y a los nietos. Ese es un tremendo hobby, el arte de la conversación, escuchar y recibir a las personas con mucho cariño y hacerlas sentir las más importantes del mundo”.
Artículos relacionados
Jennifer Tsang: “Hay ciertas áreas en las que hay mayor participación de mujeres, pero esta tendencia no es destacada en planificación”
Jimena Zenteno: “Tenemos mucha responsabilidad en los cambios acerca del trato hacia las mujeres”
Gloria Salgado: “Las empresas necesitan liderazgos con pensamiento sistémico desarrollado para afrontar, de mejor forma, riesgos cada vez más interconectados”