Sandra Barros: “Hay una gran labor de las mujeres que estamos en tecnología, de apoyar a las niñas para que quieran venir a este mundo”
15 diciembre 2022Es Ingeniero Civil en Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile y ha estado toda su carrera dedicada a la tecnología. Actualmente, es Managing Director en Accenture Chile y cofundadora de Mujeres del Futuro.
Sandra Barros es Ingeniero Civil en Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile, con estudios de Machine Learning of Businnes, en MIT Professional Education; Data Analytics, en MIT Sloan School of Management; y en Business Analytics, en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
“He trabajado siempre relacionada con la tecnología, evolucionando desde lo técnico hasta lo funcional. Partí trabajando en consultoría en IBM, y estuve muy relacionada con proyectos de tecnología de punta, en esa época, y con la digitalización y la transformación de los negocios a través de la tecnología”, cuenta Sandra, “ahí partió mi interés por trabajar con tecnología de punta, que es algo que me ha hecho moverme por diferentes empresas buscando solucionar problemas de negocios”.
Se fue a Microsoft, siguiendo su interés por poder trabajar en cloud o nube. “Viví toda la transformación del negocio, desde la venta de software, o licencias tradicionales, a la venta de servicios en cloud. Eso implicó empezar a trabajar en temas de datos y analítica, que fueron los inicios del business intelligence. Ahí comenzó mi interés por los temas de datos”, recuerda.
Posterior a eso estuvo tres años en como socia de Deloitte para desarrollar el área de analítica avanzada e inteligencia artificial. Desde hace un año está en Accenture Chile como Managing Director. “Trabajo día a día desarrollando cuentas en minería y servicios financieros, y apoyando transversalmente en los proyectos habilitados por datos, analítica o inteligencia artificial, en la industria de servicios financieros”, cuenta Sandra, quien es cofundadora de Mujeres del Futuro.
Mujeres en carreras STEM
Al analizar su cercanía con las carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas), ella cuenta que creció en una familia donde nunca sintió que ser mujer era una limitante y, además, estudió en un colegio donde tampoco experimentó este sesgo. “Mi primer enfrentamiento con esta realidad fue en la universidad, cuando entré a estudiar ingeniería. Me di cuenta de que el porcentaje de mujeres era ínfimo y el trato era diferente”, explica.
Al analizar la evolución de las mujeres en esta área, considera que “ha sido muy poca y bastante lenta. Creo que hay una gran labor de las mujeres que estamos en tecnología, de apoyar a las niñas para que quieran venir a este mundo. Estoy convencida que la forma de hacerlo es desde que son chicas, haciéndolas estudiar tecnología como algo natural y desde la creación, no solo desde el uso. Ahí está la clave para que haya más mujeres en este mundo”.
Sandra cuenta que estuvo haciendo clases de inteligencia artificial a niñas de entre 9 y 12 años, cómo parte de la comunidad Mujeres del Futuro, a través de la Fundación Mustakis, y vio que cuando se les explica y muestra que hay mujeres en el mundo de la tecnología para ellas se vuelve mucho más natural pensar que pueden ser una de esas mujeres. “También hay todo un cambio cultural que hacer con las familias, por eso también trabajamos con los padres”, reflexiona.
El auto estudio
Al dedicarse a esta área, que está en constante evolución, Sandra cree que es muy relevante el auto estudio en el desarrollo profesional. “Siempre estoy estudiando. Una tiene que estar poniéndose al día en la tecnología. Hoy el cambio es inmenso y exponencial, y en los temas que me estoy dedicando últimamente hay que estar bien al tanto de lo que está pasando”, expresa.
Sandra colidera la mesa de Tecnología y Transformación digital y es socia REDMAD desde hace tres años, gracias a la recomendación de una excompañera de trabajo. “Justo había terminado el BOW y me pareció una posibilidad interesante. Estando en REDMAD he podido apoyar, hacer networking y encontrar otra forma de impulsar la participación de la mujer en liderazgo y tecnología. Se puede visibilizar e impactar en otras mujeres con respecto a esto, y también en las hijas de otras mujeres, a través de las redes”, afirma.
Piensa que a veces son las mismas mujeres las que se ponen trabas para crecer profesionalmente, aunque en muchas ocasiones son inconscientes: “Hay que ver las cosas de forma muy amplia y no autolimitarse. Las mujeres creemos que debemos estar muy preparadas para dar un paso profesional, pero hay que atreverse a tomar riesgos. Eso me ha permitido ir creciendo profesionalmente, dando saltos a otro lugar. Es una apuesta, pero sin duda todo trae un aprendizaje. Hay que empoderarse y dar más saltos, dejando atrás los sesgos”.
Sandra tiene tres hijos y se casó por segunda vez hace poco. Combina la vida laboral con actividades muy variadas: “Me gusta estudiar muchas cosas. Disfruto el jardineo y hago huertos, ya que vivo en una parcela. Me gusta la música, aprendí a tocar un par de instrumentos y he hecho cursos de todo tipo de bailes. Otra pasión es la navegación. Me gustan las manualidades y siempre estoy aprendiendo técnicas nuevas. También me apasiona viajar a lugares con mucha naturaleza y, cada cierto tiempo, tomo algún tipo de clase de cocina”.
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