Isabel Ogalde: “Si se comparten los errores pueden ser de utilidad para otros»

05 marzo 2024

Es abogada, coach y magíster en Derecho Privado de la Universidad de Chile, con una trayectoria laboral de 20 años en el sector público. Hoy es jueza de Policía Local de la Municipalidad de Providencia. Su pasión por conectar con las personas, y aprender de ellas, se refleja en su participación en diversos talleres y mentorías enfocados en ayudar a los jóvenes.

Decidir qué estudiar no fue algo fácil para Isabel, ya que se encontraba en un cruce de caminos entre sus dos principales pasiones: derecho y danza. En medio de esa encrucijada, su reflexión la llevó a la conclusión de que “nuestros padres nos definen” y optó por la vía más tradicional.

Al elegir profesionalmente lo que ella llama “el camino terrenal por sobre el romántico”, obtuvo el título de abogada en la Universidad Diego Portales. Posteriormente, completó un magíster en Derecho Privado en la Universidad de Chile y amplió su formación con diversos diplomados, incluyendo uno en Excelencia en los Servicios Municipales ofrecido por el INAP de la Universidad de Chile en 2007 y otro en Derecho Informático en la Academia Mexicana en 2019. Sumado a esto, realizó un curso en el MIT de Liderazgo en la Innovación, donde, comenta, “aprendí muchísimo e incluso fui reconocida como una de las 10 mejores”.

Su trayectoria laboral se ha desarrollado principalmente en el ámbito público, inicialmente desempeñándose como secretaria de tribunal con el anhelo de convertirse en jueza. Tras un primer intento fallido, y muchos cuestionamientos, decidió persistir en su camino y abandonar su zona de confort. Así, en 2020, junto con ser designada como jueza de Policía Local en la Municipalidad de Providencia se certifica como coach.

Inspirando a las nuevas generaciones

Isabel ha participado activamente en distintos talleres y cursos enfocados en ayudar a las personas más jóvenes. Una muestra de esto es su rol de mentora en la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales. La razón por la que quiso hacer esta mentoría fue que a ella le hubiese gustado tener a alguien que le hiciera las preguntas correctas “y así encontrar las respuestas para tomar decisiones más adecuadas”.

En cuanto a talleres, ha dictado dos. El primero fue Enfocarse e iba dirigido a personas de nivel técnico a precio accesible. En el segundo, compartió con alumnos de Derecho de la Universidad Diego Portales qué significa realmente aprender y algunos conceptos relativos a los niveles de escucha de los seres humanos, desde solo obtener información hasta desarrollar la empatía, conectar con el otro y “finalmente comprender que cada uno de nosotros formamos y somos parte de un todo”.

Ella realiza estos talleres porque considera que “siempre hay que seguir ampliando círculos de conversación. Los seres humanos nos relacionamos a través del diálogo y estos nos dan la oportunidad de reconocer nuestros errores, conocer a los demás y así vamos generando espacios y comunidades”.

Asimismo, otra de las iniciativas que la motiva profundamente es Inspiring Girls, un programa dedicado a apoyar a niñas con oportunidades más limitadas, inspirándolas a creer en la posibilidad de lograr sus metas. Esto se logra a través de talleres enfocados en el autoconocimiento y el liderazgo. Al respecto, ella comenta: “En muchas ocasiones, las personas no tienen la oportunidad de continuar sus estudios o, si lo hacen, quedan relegadas a puestos más bien operativos y administrativos. Mi deseo es contribuir y brindar ayuda a esas niñas para que esta no sea su única realidad”.

Experiencia en REDMAD

En 2018, Isabel descubrió REDMAD a través de una amiga que la invitó a ser parte de la corporación. Percibiendo que debía reforzar sus conexiones, decidió ingresar a la red. “He asistido a charlas, participado en seminarios y conocido a gente diversa; retomé todas las cosas que había dejado de lado por varios motivos. Esta fue una oportunidad que la vida me brindó y la aproveché”, relata.

En la actualidad, ejerce como facilitadora y madrina dentro de la red. Destaca que REDMAD le proporcionó la oportunidad de conocer personas distintas, cultivar amistades cercanas, explorar otros mundos y abrir nuevos espacios. Además, la red le enseñó que todas las personas, sin importar su título o trabajo, cargan consigo una mochila con obstáculos y dificultades. “Al compartir nuestros desafíos, todas crecemos”, expresa.

Isabel considera que REDMAD es un lugar adecuado para seguir aprendiendo, algo que le encanta. Comenta: “A medida que continuemos visibilizando el talento femenino, la participación de las mujeres, sobre todo en cargos de decisión, se transformará en lo que siempre debió haber sido: en la norma. Basada únicamente en criterios que nos distingan y nos hagan sobresalir por nuestras competencias técnicas y personales, dejando de lado cualquier tipo de sesgo que se interponga, permitiéndonos visualizar lo que está surgiendo en nuestro entorno y tomar las acciones correctas para ejercer un liderazgo innovador en la sociedad actual”.

Vida personal

Este año Isabel celebra 30 años de matrimonio y es madre de tres hijas. Además, tiene una huerta y comparte su hogar con “dos adorables perros”. Hasta hace dos años, dedicaba su tiempo libre a perfeccionarse en la danza, su pasión favorita. Además, su amor la hace tener la firme convicción de que en el futuro se mudará al sur, donde podrá rodearse de aguas cristalinas, entornos verdes y la presencia de animales.

La filosofía de vida de Isabel es siempre atreverse y darse oportunidades “reconociendo que el crecimiento surge de los errores, los cuales pueden ser de utilidad para otros si se comparten, ya que son inherentes a la vida”. Para ella, el desarrollo personal no sigue una línea recta ascendente, sino que implica altibajos constantes, brindando así la oportunidad de alcanzar una mejora continua.