Marcela Núñez: “Tenemos que seguir empujando para que las nuevas generaciones se empoderen”

07 septiembre 2023

Cuenta con una importante trayectoria en el área tecnológica y una gran pasión por aprender y transmitir experiencias a las nuevas generaciones, especialmente a las mujeres. Espera abrirles el camino a sus hijas en una sociedad que, según ella, “avanza muy lento en términos de igualdad de género”.

Marcela inició su carrera hace más de 28 años. Se tituló como ingeniera en informática de la Universidad Tecnológica Metropolitana y, desde entonces, ha pasado por diversos rubros. Comenzó su carrera desarrollando lo que hoy todos llaman digitalización, pero en el año 2000, con los temores del cambio de siglo, el mercado empezó a hablar del riesgo tecnológico. “Ahí yo me especialicé en esta área”, cuenta.

Comenzó en General Motors, para luego desempeñarse en el área de la banca por más de diez años, asumiendo cargos en el Banco del Desarrollo, en Scotiabank y, posteriormente, en el Banco de Chile. En 2010 llegó al área del retail, donde trabajó en Falabella por siete años y posteriormente migró a Transbank. Actualmente, se desempeña como gerente contralor corporativo de Virutex y lleva casi diez años reportando a distintos directorios en su rol.

Paralelamente, realizó un MBA de la Universidad de Chile con doble titulación en la Universidad de George Washington, Estados Unidos. A lo largo de su carrera, también ha realizado cinco diplomados en la Universidad de Chile y se certificó en el BOW en 2022.

Respecto a su experiencia trabajando codo a codo con directorios, Marcela cuenta que le ha tocado ver de todo. “Algunos han sido muy clásicos, otros muy modernos y otros muy disruptivos. La verdad que es un desafío permanente porque, además, es un ambiente históricamente masculinizado, entonces el rol de la mujer es abrirse las puertas y demostrar, en cada momento, que su mirada agrega valor”, relata.

En esta línea, agrega Marcela, las mujeres tienen un rol especial en puestos de alta dirección. “Tenemos un potencial muy grande, en el sentido de que no solo complementamos la toma de decisiones, sino que también somos llamadas a crear ambientes más equitativos. Hay momentos en donde el rol de la mujer es muy difícil de ejercer en estos espacios”.

Mujeres y educación

Hoy su misión es traspasar su experiencia profesional y personal a las nuevas generaciones y “empoderar a las nuevas mujeres para que lideren con pasión, que hagan lo que les guste y estén donde se motiven”, cuenta.

Así, desde 2005 se desempeña como docente de la Universidad Tecnológica Metropolitana, donde imparte clases relacionadas con riesgo tecnológico y ciberseguridad. En este espacio busca traspasar a sus alumnos el hecho de que no importa en la posición donde estén, sino que lo que entreguen. “Siempre tenemos un espacio para agregar valor y para generar una diferencia”, reflexiona.

En cuanto a sus alumnas, Marcela cuenta que existe una importante brecha en la participación femenina en carreras tecnológicas y de ingeniería. “Puedo ver que la sociedad avanza, pero muy lento, en términos de igualdad de género. Hoy la mujer todavía es minoría. Por ejemplo, de mis 21 alumnos que se van a titular este año, solo una es mujer. Entonces, creo que tenemos que seguir empujando para que las nuevas generaciones se empoderen”, relata.

En 2020, impulsada por esta mirada de abrir puertas, y también por la necesidad de conectar con nuevas personas durante la pandemia, Marcela ingresó a REDMAD. Hoy participa de la mesa de Tecnología y Transformación Digital y de su círculo. Ahí, asegura: “Se puede compartir y crear en un espacio acogedor. Me encontré con un grupo de mujeres muy empoderadas y exitosas y, la verdad, es un placer pertenecer a la Red”.

Viajes y baby fútbol

Su vocación por abrir camino a las nuevas generaciones viene, en parte, por sus dos hijas: Francisca y Fernanda, de 18 y 21 años, respectivamente. “Esto lo hago con pasión, porque al final las beneficiadas van a ser, entre otras, las generaciones de mis hijas”, explica.

Junto a ellas, y por separado, recientemente emprendió dos viajes madre e hija. “Mi escapatoria son los viajes y venimos llegando de uno. Para mí, los viajes van más allá de conocer los lugares: son una oportunidad de acercarnos como personas. También sirven para encontrarse con una misma o, en este caso, con otras personas como mis hijas”.

Aparte de los viajes, Marcela cuenta que recientemente se retiró del baby fútbol. “Me siento muy orgullosa de haber jugado durante 20 años. Ahora ya me retiré, porque cumplí 50 años y tengo lesiones”, admite. Su último equipo se llamó Las Muñecas Bravas, y aún pertenece a este grupo de manera simbólica.