María Soledad Torres: “A veces es necesario mirar más allá de las fronteras para entender lo que ocurre en otros países”

17 diciembre 2025

Exdiplomática y abogada, posee más de 30 años de experiencia en derecho internacional. En 2013 fundó Grupo LegalGlobal, firma de la que hoy es directora ejecutiva.

María Soledad Torres ha tenido una vida marcada por la experiencia de vivir en distintos países. Durante su infancia residió en diversos lugares, ya que su padre trabajaba en Naciones Unidas. Llegó a Chile entre 1986, motivada por el deseo de su padre de que sus hijos vivieran y estudiaran en el país.

Se trasladó junto a su hermana, mientras su otro hermano permaneció en Brasil, y estudió Derecho. Su instalación en la sociedad chilena no fue sencilla, luego de haber vivido en Centroamérica, Londres y Brasil, enfrentándose a una cultura que percibió como más tradicional.

En 1994 ingresó a la Academia Diplomática, una alternativa que le permitió seguir vinculada al mundo internacional sin dejar Chile. Permaneció en la carrera diplomática durante 20 años, hasta que decidió no continuar y emprender de manera independiente.

En 2013 fundó Grupo LegalGlobal. Durante los dos primeros años exploró distintos nichos hasta que, en 2015, tras cursar una maestría, identificó una necesidad en Chile en torno a la regulación de los flujos migratorios, decidiendo enfocarse en esa área. “Empezó a llegar mucha gente a mi oficina, personas y empresas. Hoy hay muchos más abogados dedicados al tema, pero en ese momento prácticamente no había nadie”, recuerda.

Desde entonces, su firma aborda el derecho migratorio desde una mirada amplia, enfocada en movilidad humana y estrategia corporativa, tanto para extranjeros en Chile como para personas que desean emigrar. “No somos una agencia de relocation; vemos temas legales administrativos y judiciales en distintas áreas del derecho”, explica. Actualmente se desempeña como CEO y directora ejecutiva de la firma.

Una mirada integral

Hoy también es fundadora de la Fundación InnovAcción Global, que desarrolla programas de liderazgo, integración y formación para talento migrante, y ha impartido cursos y cátedras en Derecho Migratorio y Extranjería, Procedimientos Administrativos de Extranjería y Tráfico Ilícito de Migrantes. También es Country Chair Chile en G100 Mission Million.

Crear su propia empresa no fue simple. “Yo venía de un perfil más técnico, y para liderar un emprendimiento es necesario entender el negocio”, señala. “Debes estar en lo técnico, la administración, las ventas y la estrategia”. Según explica, ese aprendizaje ha sido clave para el crecimiento de su firma.

Desde su experiencia, la alta dirección requiere una visión amplia. “Conozco el mundo público, privado, empresarial y académico, y esa mirada integral es un aporte relevante para los directorios”, afirma.

Llegó a REDMAD en 2022, tras conocer la red en la delegación de Chile del Women Economic Forum, donde identificó que su experiencia internacional podía ser un aporte. “A veces es necesario mirar más allá de las fronteras para entender lo que ocurre en otros países o incluso en el propio continente”, comenta.

Participa en la Mesa Temática de Gobierno, Riesgo y Compliance, así como en el Comité de Internacionalización y Formación. “REDMAD ha sido un espacio de encuentro con mujeres con trayectorias potentes, donde he generado redes, amistades y apoyo. El networking ha sido muy importante”, señala.

Valorar las capacidades

Considera que, si bien las mujeres son valientes, muchas veces les cuesta atreverse profesionalmente. “Debemos creer más en nosotras y confiar en nuestras capacidades, que son fruto de un trabajo constante, pese a las cargas adicionales que muchas enfrentan. Creo que las generaciones más jóvenes están avanzando en eso”, afirma. A las socias les entrega dos consejos: “No debemos ver a otra mujer como competencia, sino practicar la sororidad y dar críticas constructivas. Tenemos también que creernos el cuento, sin autosabotearnos”.

María Soledad es madre de Fernanda (35), Francisco (31) y Kiara (20). Los dos últimos viven en Alemania e Inglaterra. “Ellos ven el mundo mucho más amplio porque también vivieron fuera al ser yo diplomática”, dice. Su núcleo lo componen su hijo-perro Cannoli y su nieto-perro Pituni.

También es autora de una novela titulada “Si lo hubiésemos sabido antes”, que acaba de terminar de escribir, centrada en mujeres y migración. “Es la historia de cuatro mujeres de diferentes realidades y posiciones sociales que migran a un país. Es tomado de varias historias que he presenciado. Me encantaría publicarlo”, afirma.

Además, disfruta de la lectura, la investigación histórica y los viajes en solitario. “Me gusta conocer culturas, personas y lugares poco explorados. A futuro me encantaría ir a China, porque te ofrece de todo”, concluye.