Mayra Kohler: “Podemos llegar a donde queramos llegar, integrando todo lo que somos”

10 septiembre 2024

La periodista de la Universidad Católica, y máster en Medios, Comunicación y Desarrollo por la London School of Economics, se desempeña como gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en SKY Airline.

Le encantaba el mundo de la comunicación, le fascinaba escribir y leer, y admiraba a Mercedes Ducci, del programa televisivo Contacto. Por eso Mayra Kohler decidió estudiar periodismo, especialmente para ejercer en medios de comunicación. Su práctica la hizo en Diario Financiero y Diario El Mercurio, en el cuerpo de Economía y Negocios, y empezó a tener mucha claridad de cómo visualizaba su camino. Hasta que pasó algo que la marcó y que, reconoce, ha sido lo que más le ha enseñado a lo largo de la vida a integrar lo que es ahora.

“A muy poquito andar, a los 24 años y mientras trabajaba en El Mercurio, tuve una cirugía en el corazón, por una disección de la aorta. Supe en ese momento que eso implicaría que, cada ciertos años, debería someterme a nuevas cirugías. Hoy ya tengo tres”, cuenta Mayra, quien tuvo que plantearse –desde temprana edad– la importancia de generar medidas de autocuidado que le permitieran ser todo lo que quería ser, pero siendo muy consciente de su cuerpo y condición física.

“Con el paso de los años, aprendí a no verlo como un límite, sino a decir: ‘bueno, esta es mi cancha, este es mi marco, esta es quien soy, y desde aquí es donde me moveré’”, explica. Por eso, comprendiendo que el ritmo de vida en los medios de comunicación podría ser frenético y sin muchos horarios estables, decidió orientarse hacia las comunicaciones corporativas.

Desafíos y aprendizajes

Mayra Kohler fue haciendo un camino: se fue primero a una agencia de comunicaciones; luego al Banco Santander, donde estuvo seis años y, allí, llegó a ser subgerente de Comunicaciones Externas. En medio de ese proceso, tuvo su segunda cirugía al corazón y también se dio cuenta de que necesitaba especializarse más, por lo que estudió un máster en Medios, Comunicación y Desarrollo en la London School of Economics.

Volvió a Chile, se convirtió en madre y tiempo después se hizo cargo de la subgerencia de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad. Hasta que, en 2019, asumió la gerencia general de la Cámara Española de Comercio. “Me pareció una oportunidad para probar y explorar nuevas áreas. Había que hacer mucha gestión de asuntos públicos, administración, finanzas, etc. Había una necesidad de asuntos públicos muy fuerte, y estuve casi cinco años. Fue una tremenda escuela”, dice.

El gran aprendizaje para Mayra, en ese espacio, fue salir conscientemente de su zona de confort. “Venía estando por muchos años en un terreno conocido, pero esta vez me metí en un cargo que durante muchos meses sentí que me quedaba grande. Había cosas que yo no sabía y que tenía que aprender rápido para poder gestionar. También era necesario poder validarme en un mundo gremial, que tiene muchas complejidades. Pero comprendí que, aunque en un principio me sintiera incómoda, me gustaba poder mover ese límite. Fue una época de mucho aprendizaje y tuve mucha sintonía con quien fue mi jefe en ese momento, quien se transformó en una especie de mentor”, relata. “Pero durante todos esos años, simplemente guardé mi salud en el fondo de un cajón. Hice como que no existía”.

Al momento de su tercera operación al corazón, la situación tocó fondo: Mayra estaba tomando un directorio en pleno postoperatorio, y su jefe la hizo entrar en razón. “Me fue a ver a la clínica y me retó harto, para ayudarme a darme cuenta de que esa no era la profesional que yo quería ser. Y también comencé a elaborar más profundamente mis propios temores, que precisamente tenían que ver con que se pensara que yo no podía asumir un cargo de responsabilidad al tener un tema de salud”.

“Pero fue en ese minuto en que decidí que no podía seguir haciendo como si el tema no existiera: asumí –como aquella vez en El Mercurio– que yo podría llegar donde quería llegar, pero tenía que aprender a integrar todo lo que era; y con el autocuidado como algo fundamental”, comenta.

Un gran viaje

Tras casi cinco años en la Cámara, Mayra Kohler fue invitada a participar del concurso laboral para crear la gerencia de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en SKY Airline. Fue un proceso largo, porque era un cargo que no existía. “La gran diferencia es que, por primera vez, fui capaz de transmitir y contar, con toda libertad, que tenía tres operaciones al corazón, que en algún minuto necesitaría volver a operarme, y que esto no era un límite, sino parte de mí”, afirma.

“Contra todo lo que yo hubiese podido pensar antes, fui capaz de integrarlo y nunca se vio como una restricción. Me ofrecieron el cargo, y hoy llevo un año y tres meses en esta gerencia, y ha sido un viaje espectacular”, cuenta Mayra, que –como parte de su rutina de autocuidado– tiene incorporado el deporte en su agenda y cuando debe viajar, lo hace cuidando espacios que le permitan reponer energía y no sobre exigirse.

En su cargo en SKY le toca asumir un rol de representación en distintos gremios. Hoy es presidenta de la Asociación de Aerolíneas y ha tenido que aprender mucho sobre la industria, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo. Además, es directora de la Cámara Alemana y de la Cámara Peruana de Comercio.

Una red de mujeres que crece

“A REDMAD me trajo mi mamá”, cuenta Mayra. En efecto, su madre es Juanita Rodríguez, una de las socias fundadoras. “Para mí, ha sido muy gratificante ver cómo esta red, que partió con un grupo de mujeres en el living de sus casas, hoy tiene esta magnitud. Se ha transformado en un espacio superior, de mucha colaboración”.

A ella lo que más le gusta son los círculos, por los lazos que se forman. “Estos implican tener soporte y es una sensación de hermandad. Cada vez que nos juntamos, nos contamos en qué estamos, cómo enfrentamos los desafíos, nos damos consejos y nos mentoreamos entre nosotras. REDMAD ha ido posicionando temas, generando conocimiento, estudios, y asociándose con otros organismos. No es solamente abogar por que haya más mujeres en la empresa, sino generar datos, informes e incidencia”, finaliza.