Robin Melina Kinsman: “El mejor desarrollo de carrera debe estar alineado a la forma de ser de la persona”
17 junio 2024Ha dedicado su trayectoria profesional al coaching, formándose en esta área para ayudar a las personas a enfocar sus carreras. En 2015, fundó Embarka, una empresa que trabaja con colegios para orientar a jóvenes en su búsqueda personal.
Nacida en Bogotá, la infancia de Robin Melina Kinsman estuvo marcada por una crianza en distintos países. A los 18 años, se trasladó a Estados Unidos e ingresó a la Universidad de Virginia, donde se graduó en Humanidades con mención en Filosofía, Teoría Política y Sociología.
Posteriormente, realizó un magíster en Desarrollo Organizacional en la Universidad Azusa Pacific, centrando su estudio en el desarrollo de adultos, en el marco de la vocación y contribución a la sociedad. “Este tema ha sido muy explorado en el tramo de edad hasta los 18 años, pero no en adelante. Y la realidad es que nunca dejamos de desarrollarnos y aprender. Eso me fascina como concepto,” comenta.
Desde el inicio de su carrera ha sentido interés por el coaching profesional, cuenta: “Siempre he puesto énfasis en conocer el perfil de cada persona a partir de su personalidad, bajo la idea de que el mejor desarrollo de carrera debe estar alineado a la forma de ser de cada uno, viendo desde dónde se encuentra su mejor energía y su mejor aporte a la organización”.
Por esta razón, realizó una certificación de coaching de CCA (Conscious Coaching Academy), que busca formar expertos en la transformación personal y organizacional.
Nacimiento de Embarka
Durante años, Robin se mantuvo como “freelancer”, partiendo por su participación en proyectos gubernamentales incluyendo APEC CEO Summit y Pabellón de Chile en Shanghai. Después pasó por algunas universidades en el proyecto American Corner de la UDP, y fue consultora en la formación de tutoriales vocacionales para Lumni, una empresa financiera dedicada a la inversión en educación de Latinoamérica.
“De a poco fui dándole forma a lo que quería hacer y, finalmente, decidí fundar mi propia empresa”. Así, en 2015 nació Embarka, una organización que busca orientar a personas en su desarrollo vocacional desde una perspectiva hacia el futuro.
“La idea de formar Embarka nació porque muchas personas me pedían que les revisara su currículum por mi buen manejo del inglés. Haciendo esto, me di cuenta de que la gente no sabía cómo armar su perfil, cómo estar en internet o LinkedIn, ni cómo elaborar un currículum”, explica.
Además, agrega: “Trabajé mucho con adultos para ayudarles a entender el desarrollo de carrera de otra manera. Decidí dedicarme a ‘embarcar’ a estas personas. Es decir, buscar un proyecto de vida que les aportara satisfacción y significado. Muchos me dijeron que, en vez de trabajar con adultos, sería oportuno buscar la manera de impactar a jóvenes en esa primera transición, donde la decisión vocacional es tan determinante”.
Actualmente, Embarka está especializada en el trabajo con colegios. Su último proyecto fue escribir el programa vocacional para colegios del grupo Cognita, orientado a formar habilidades del siglo 21 en alumnos de 7° y 8° Básico y 1° Medio. Su diferencia está en hablar desde la perspectiva del mundo a futuro, lo cual ha surgido en gran medida desde 2020. Hoy buscan completar una plataforma digital que le permitirá llevar las ideas a más colegios.
Remar en una sola dirección
Robin se unió a REDMAD en 2017, invitada por una de las socias fundadoras. Su primera experiencia significativa en la red fueron los círculos de socias: “Fue un hito, una instancia donde conversamos cosas profundas, hicimos casos, hubo vulnerabilidad. Y sentí el gusto de estar acompañada entre pares”.
En 2019 ingresó al Equipo de Fidelización, del cual actualmente está a cargo. Allí encontró un espacio para conversar con muchas socias y comprender el sentido común de las integrantes de REDMAD: “Pude entender esa esencia, que es muy difícil de describir, pero se palpa; y me di cuenta del enorme potencial que tenemos colectivamente en la organización”.
Actualmente, el equipo de Fidelización está desarrollando propuestas tras haber cumplido la etapa de diseño de Rutas; un nuevo plan que se desarrolla, en palabras de Robin, “para hacer a REDMAD más consciente de su esencia en común en la diversidad, que a su vez unifica los talentos e intereses para remar en una sola dirección”.
En ese sentido, describe a REDMAD como un espejo donde las mujeres ganan una mayor consciencia de quienes son desde otra perspectiva, logrando sentirse acompañadas y celebradas por sus logros, reconociendo el camino que han recorrido hasta alcanzar la alta dirección.
La metáfora de subir cerros
Robin disfruta de hacer caminatas y subir los cerros que rodean Santiago. Su momento favorito de estos paseos es cuando lleva tres cuartos del camino: “Aún queda camino por recorrer, pero uno mira para atrás y ve todo lo que ha avanzado. Siento que es una metáfora de la vida y es muy satisfactoria”.
Robin conoció una de las fundadoras de REDMAD en un club social de Toastmasters, una organización sin fines de lucro mundial. En Santiago, ella ejerció como vicepresidente de Educación durante años y fue la primera mujer nombrada presidenta en Chile. Se formó por medio de esta organización en capacidades de oratoria y considera que ha sido un elemento que le ha proporcionado confianza para ejercer influencia.
Tiene tres hijas y hace seis meses nació su primer nieto, iniciando así una nueva etapa de “deleite y dedicación”. Además, se define como una amante de los perros, y tiene un fox terrier chileno llamado Goose.
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