Verónica González: “Las mujeres tenemos que armar proyectos y trabajar por nuestra independencia económica”

08 mayo 2023

En esta entrevista cuenta cómo su mamá, Silvia Saenger, quien fue recientemente destacada por la Cámara de la Innovación Farmacéutica por su trayectoria profesional, influyó en su vida.

A comienzos de año la Cámara de la Innovación Farmacéutica de Chile destacó a Silvia Saenger por su trayectoria como química farmacéutica. Su hija Verónica González, directora de REDMAD hasta este último período, cuenta que su mamá de 93 años no solo dejó un gran legado en el ámbito profesional, sino que también en sus relaciones interpersonales.

“Mi mamá estudió Química y Farmacia en la Universidad de Concepción y se tituló el año 1954. A ella la motivó a estudiar su hermano Alberto Saenger, que era cuatro años mayor y sumamente brillante. Él fue ingeniero de la Universidad de Concepción y estudió un PhD en matemática y física en Estados Unidos, convirtiéndose en el primero en obtener este grado en Chile. Siempre le decía: ‘Silvia, estudia, ese es el camino, tener una carrera’. Su tesis fue Estudio comparativo sobre la cantidad de Cloruros, Sodio y Potasio en pescados de mar y río”, cuenta Verónica.

Eran pocas mujeres en la universidad en esa época. El primer trabajo de Silvia fue en el norte de Chile, en Potrerillos, en una compañía estadounidense. Posteriormente, trabajó 35 años en la Universidad de Chile, primero en el Hospital San Borja, donde tenía a cargo el laboratorio de exámenes. También fue docente por varios años en la Facultad de Medicina del Hospital Barros Luco, formando a estudiantes de medicina, enfermería y obstetricia. Además, realizó investigaciones en torno al Síndrome de Down y otros temas en la misma facultad y recibió el reconocimiento del Colegio de Químicos Farmacéuticos.

“Mi mamá ama su profesión y ayudó a mucha gente, por lo que es muy querida. Su carrera profesional le dio grandes satisfacciones y el agradecimiento y reconocimiento de muchas personas que trabajaron con ella y la conocieron en otros ámbitos de su vida. Cuando se retiró en 1990 se dedicó a apoyar a las farmacias pequeñas de barrio con asesorías. Trabajó hasta después de los 80 años”, cuenta Verónica.

El valor de las redes

Verónica y su hermana también recibieron otros aprendizajes de su mamá, como el valor del deporte, dado que Silvia aún es socia del Stadio Italiano. También aprendieron la importancia de las amistades y de viajar. “Mi mamá es muy sociable. Cuando era más joven viajó con un grupo grande de amigas por el mundo, mezclando trabajo y viaje. Nos heredó la parte social y la paciencia. Siempre tuvo redes, era bien innovadora, e hizo distintos grupos. Decía que había que conocer el mundo, por eso ella viajaba”.

Silvia aún tiene actividades grupales: canta en el coro, juega bingo, borda y participa en el periódico de la comunidad italiana La Gaceta. “Es un ejemplo a seguir, súper resiliente, luchadora, con sus valores y convicciones firmes. Siempre ve el lado positivo de las cosas”, cuenta su hija.

Verónica, por su parte, a pesar de estar expuesta desde pequeña a la ciencia se dedicó a las finanzas. Es contador público y auditor de la Universidad de Santiago y cuenta con un MBA, un diplomado y realizó un Advanced Management Program, entre otros estudios. Tiene más de 30 años de experiencia: 20 años en compañías multinacionales de distintas industrias como petróleo, tecnología e ingeniería y construcción, y 10 años en empresas nacionales.

“Siempre trabajé en temas de administración y finanzas, estrategia, planificación y control de gestión, y contraloría. Conozco el sector público y privado”, dice. Además, tiene dos hijos.

Independencia económica

Verónica llegó a la Corporación en 2016, cuando estaba recién formada, tras ser invitada por una de las socias fundadoras. “Siempre tuve esa inquietud de ingresar a una comunidad de mujeres, así que me inscribí inmediatamente. Ahora estoy apoyando desde el directorio, como directora suplente, en temas de finanzas”, cuenta.

“Me mueve mucho la causa REDMAD y, por la misma enseñanza que tuve, creo que es sumamente importante la presencia de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad”, afirma.

Ella considera que tener proyectos y sueños hace a las mujeres avanzar en todos los aspectos de la vida. “Tenemos que formarnos y conocernos a nosotras mismas. Mi mamá me enseñó desde muy chica que había que estudiar y que las mujeres tenemos que armar proyectos y trabajar por nuestra independencia económica. Para hacerlo realidad necesitamos, además, basarnos en nuestras propias convicciones y en quiénes somos”, reflexiona Verónica.