31 días con la mujer en el centro
01 abril 2024El Mes de la Mujer es, para una organización como REDMAD, uno de los períodos más relevantes del año porque, como nunca, el mundo está atento a la realidad y a los desafíos que enfrenta la mitad de la población. Este año, como Corporación decidimos aportar desde dos espacios clave, nuestras socias -con actividades de capacitación y networking- y el mundo público, con acciones que dejaron huella.
En este último ámbito, destaca el estudio “Abriendo la caja negra 2.0: factores que impactan en el camino hacia la alta dirección”, investigación de carácter cuantitativo que realizamos con la empresa Criteria y que tiene un antecedente directo en un trabajo de 2016, que detectó dos variables que impactan el camino laboral de las mujeres: la persistencia y el avance. Este año quisimos ir más allá, y por ello estudiamos la percepción y experiencia tanto de hombres como mujeres en torno al desarrollo de sus carreras.
Los resultados fueron decidores. En efecto, se evidenció que no hay diferencias en cómo mujeres y hombres valoran el desarrollo profesional, ya que para ambos este es bastante o muy importante en similares porcentajes. Coinciden también en la importancia que le dan al compararlo con otras prioridades de la vida: ambos géneros lo ubican en el cuarto lugar.
Sin embargo, hay todavía notorias brechas en la percepción de las vivencias propias del desarrollo profesional, en especial en lo referido a la capacidad de autogestionar la carrera. Así, ante la afirmación “Estoy dispuesto a asumir responsabilidades adicionales en el trabajo”, hay una distancia de 11 puntos porcentuales en desmedro de las mujeres, y frente a la declaración “Me gusta asumir desafíos y trabajar en proyectos difíciles” una de 9 pp, lo que se puede explicar por la dimensión de cuidados, aspecto que aún recae fuertemente en las mujeres y que opera como un freno a la hora de sentirse con la libertad de tomar más responsabilidades.
Estos hallazgos han tenido una amplia repercusión en los medios de comunicación más importantes del país, lo que refuerza la necesidad de mirar detenidamente estos datos y de preguntarnos qué nos están diciendo.
Por lo pronto, como REDMAD hemos hecho ver que, a la luz de estos, las organizaciones deben jugar un rol más activo en promover la corresponsabilidad entre sus colaboradores, lo que pasa por generar políticas y programas que los tengan a ambos en el centro, no solo a las trabajadoras. De la misma forma, son urgentes políticas públicas que tengan perspectiva de corresponsabilidad, como la sala cuna universal.
REDMAD también se ha ido posicionando como una plataforma para abordar discusiones públicas que tocan lo más central de nuestra misión, como es el caso del proyecto de ley Más Mujeres en Directorios, que busca establecer un mecanismo para aumentar la participación femenina en dichas instancias para empresas supervisadas por la CMF.
De hecho, fue en un conversatorio sobre el tema, que co-organizamos con el Colegio de Ingenieros, el espacio donde la subsecretaria de Economía, Javiera Petersen, anunció las indicaciones que le harán a la iniciativa, que está próxima a ser discutida en la Sala de la Cámara de Diputados.
En lo medular, los cambios apuntan a consagrar la cuota sugerida como el mecanismo basal, dejando a la cuota obligatoria como medida transitoria, lo que, desde nuestro punto de vista, contribuye de mejor forma a generar lo que de verdad necesitamos, y sobre lo cual hemos insistido mucho como Corporación: un cambio cultural en la forma de concebir el rol de la mujer en la sociedad en general y en el mundo de la alta dirección en particular.
El aporte de la mujer al desarrollo y sustentabilidad de las organizaciones es indudable, y repercute positivamente en el progreso y prosperidad del país.
De ahí que estos 31 intensos días no hacen sino que redoblar nuestro compromiso por trabajar incansablemente para que nuestro propósito -inspirar y acelerar la transformación de las empresas y organizaciones para el desarrollo de una sociedad sostenible con la visión de las mujeres en alta dirección- se concrete en plenitud, y contribuir a que, a nivel general, podamos superar las brechas de género, que persisten con más porfía de la que quisiéramos.
Como hemos dicho, talento femenino hay y está disponible, pero es necesario destrabarlo para que pueda desplegarse en su totalidad.
María Ana Matthias
Presidenta de REDMAD
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