Construir todas juntas un futuro de oportunidades
28 diciembre 2021Hoy que concluye un año y se inicia un nuevo periodo, queremos propiciar un espacio de reflexión para mirar con optimismo el futuro. Esto, con la certeza de que la complementariedad de género tiene que ser un tema prioritario para nuestro país.
Carolina Martínez, presidenta de REDMAD
En esta época del año, de recuentos de lo realizado y propósitos para el periodo que comienza, queremos desearles con sincero afecto los mejores deseos para este nuevo año. Junto con las celebraciones por los logros alcanzados es un buen momento para agradecer las oportunidades que tenemos y mirar con optimismo los desafíos del 2022.
La reciente elección presidencial nos mostró lo decisivos que han llegado a ser los temas de género en nuestro país, un escenario al que REDMAD ha contribuido. El trabajo que venimos haciendo ha ayudado, sin lugar a dudas, a que los asuntos que afectan o tocan a las mujeres cobren cada vez más importancia y sean decisivos en el desarrollo de nuestra sociedad.
Desde que nos constituimos como Red de Mujeres en Alta Dirección, hace seis años, hemos observado un cambio importante en las percepciones sobre igualdad de género. Datos del PNUD revelan que Chile es uno de los países donde más se han reducido los prejuicios respecto a los roles que deben cumplir hombres y mujeres. Esto nos demuestra que el camino iniciado hace algunos años, se afianza poco a poco, con nuestro esfuerzo y compromiso.
Como Corporación creemos que cada una de nosotras en sus espacios de encuentro e influencia, tiene la capacidad de liderar positivamente los desafíos de este siglo, apelando a los valores de la colaboración, complementariedad, integridad y compromiso que nos definen. Los retos que enfrentamos en materia social, medioambiental y económica –y que afectan aún más a las mujeres– son responsabilidad de todas las personas y más que una tarea representan una oportunidad para desplegar nuestra creatividad y liderazgo. Estamos convencidas de que así podemos construir un futuro para todos. Nosotras sabemos, y la experiencia lo ha demostrado, que podemos construir y trabajar juntas por un propósito común, a partir de las convicciones que nos unen y la diversidad que nos caracteriza.
Las empresas, por su parte, actores fundamentales en el desarrollo, han ido asumiendo la equidad de género, como una prioridad dentro de sus políticas corporativas, una realidad que venimos constatando año a año cuando aumentan progresivamente las organizaciones que postulan al Premio REDMAD a la complementariedad de género. Acciones de autorregulación como la norma 3262 y la Iniciativa Paridad de Género también han generado un aumento paulatino de organizaciones que van incorporando el valor de la equidad de género. Se ha iniciado el camino, pero aún falta mucho por recorrer.
La escasa corresponsabilidad parental, por otro lado, se ha instalado como una problemática nítida para el progreso de las mujeres. Avanzar en ello es clave para aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral y también para el desarrollo de nuestras carreras en las organizaciones, como lo han demostrado los estudios que hemos realizado junto a Criteria y EJE&CON de España. Hombres y mujeres cada vez están compartiendo más las labores domésticas y de cuidado. No obstante, se necesita una mirada integral: tender puentes entre el sector privado, público y académico para empujar acciones concretas que incentiven esta transformación cultural. Creemos que aquí también tenemos una oportunidad de aportar con nuestro liderazgo a la búsqueda de soluciones.
El futuro será lo que queramos que sea. Hoy que concluye un año y se inicia un nuevo periodo, queremos propiciar un espacio de reflexión para mirarlo con optimismo. Esto, con la certeza de que la complementariedad de género tiene que ser un tema prioritario para nuestro país. Desde nuestra vereda, estaremos disponibles y comprometidas para seguir trabajando por construir organizaciones más equitativas y sostenibles en el tiempo, en donde las mujeres ocupen un rol fundamental y las personas estén en el centro de las políticas y decisiones. Así podremos avanzar hacia la plena igualdad de oportunidades para que, con base en la meritocracia y su esfuerzo, cada persona tenga el derecho a ser y soñar lo que quiera ser.