Democracia en clave de mujer
02 octubre 2023Hace muy poco conocimos los resultados de un innovador estudio sobre percepción de la democracia en Chile, el que por primera vez revisó, a través de técnicas avanzadas de análisis de datos e inteligencia artificial, respuestas obtenidas de declaraciones abiertas de más de 6.000 personas. Sin duda, esta iniciativa –impulsada por CNN Chile y Merlin Research–, destaca por su singularidad y por la manera disruptiva en la que desafía a los tradicionales estudios de percepción a los que estábamos acostumbrados.
Más allá de las conclusiones globales que muestran que el 90% de los chilenos percibe que la democracia es importante o muy importante, es interesante detenerse en cómo las mujeres y los hombres se relacionan de forma muy distinta con este concepto. La mirada femenina tiende a apreciar la democracia desde una perspectiva valórica y emocional, asomando conceptos como igualdad, derechos, libertad y respeto, mientras que para los hombres resaltan aspectos más pragmáticos, destacándola principalmente como un sistema político, de gobierno y representatividad.
La visión de las mujeres agrega varias capas a una concepción más instrumental de la democracia, situándola como agente de cohesión social. La importancia de esto último es central para la prosperidad de las sociedades, pues tiene que ver con la capacidad para mantener y fortalecer la estabilidad, colaboración y armonía en un mundo diverso. No olvidemos que la democracia es, en su esencia, un sistema que busca representar los derechos y también los intereses de los ciudadanos, independiente de las diferencias que puedan existir. Entonces, rescatar su perspectiva valórica implica dotarla de un protagonismo fundamental en la promoción de la unidad y colaboración entre distintos ciudadanos.
Asimismo, la noción de colaboración y unidad indiscutiblemente desempeña un papel crucial en el mundo actual. En una época en la que es fundamental adaptarnos a nuevas formas de convivencia que requieren una mayor apertura y una mentalidad orientada hacia el bien común y la conciencia social, resulta esencial considerarnos como una sociedad diversa pero unificada y lista para afrontar estos desafíos.
Todo lo analizado nos lleva a una reflexión importante: los contrastes son una parte fundamental de nuestra sociedad y aportan un gran valor. En este caso específico, las diferencias en que hombres y mujeres se relacionan con la idea de democracia son absolutamente complementarias; una no existe sin la otra, y ambas son esenciales para que este sistema sea sostenible en el tiempo y dé pie a generar un entorno adecuado para que las personas puedan desarrollarse al máximo.
María Ana Matthias
Presidenta de REDMAD
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