Editorial María Isabel Aranda:
El poder de autogestionar la carrera profesional
03 julio 2018En nuestro manifiesto, esta variable la hemos definido como clave para que las mujeres puedan avanzar hacia la alta dirección, e involucra diversos factores como aprender a negociar la flexibilidad laboral y saber comunicar tus logros a las audiencias estratégicas.
Apoyar el desarrollo profesional de las mujeres es uno de nuestros propósitos como Red de Mujeres en Alta Dirección. Cuando iniciamos este proyecto, hace algunos atrás, nos propusimos identificar aquellos factores claves en el camino de las mujeres hacia puestos de alta dirección. A pesar del gran número de estudiantes que egresan cada año de la Universidad –un reporte de 2016 cuantificó en un 52% las matrículas femeninas–, el porcentaje de mujeres que ocupa puestos de alta dirección y de responsabilidad sigue siendo muy bajo. En las empresas IPSA es de solo 10%.
Por ello el año 2016 convocamos a la docente e investigadora de la Universidad del Desarrollo Phd Erica Salvaj, para realizar un estudio que nos permitiera identificar los factores que impactan en esta travesía de las mujeres hacia puestos de poder. En este estudio, identificamos una serie de factores externos, tanto organizacionales como de políticas publicas que aún dificultan el avance femenino en el mundo laboral.
Pero también existen factores individuales que nos abren un espacio para mejorar, perfeccionarnos y competir de igual a igual en cualquier organización. La literatura revisada por Salvaj demuestra que entre estos elementos se encuentra la capacidad de visualizar la carrera profesional como una prioridad, la habilidad para negociar de flexibilidad horaria, contar con el soporte de una red extendida, ser capaz de delegar y, por último, de priorizar estratégicamente el tiempo y las tareas.
Todos estos factores resultan clave para persistir en la carrera profesional, es decir, para no desistir o postergar por un tiempo el desarrollo laboral. Pero para avanzar o ser promovida es importante poner atención a otros factores, como la capacidad de adquirir conocimiento y tecnologías nuevas, comunicar los logros profesionales, articular una visión estratégica, cultivar un estilo de liderazgo, etc.
En nuestro manifiesto, lo hemos denominado como la capacidad de autogestión de la carrera profesional, otro elemento decisivo para que las mujeres puedan avanzar hacia puestos de alta dirección. Por eso, gran parte de nuestra oferta de valor está orientada a proporcionarle a nuestras socias las herramientas necesarias para crecer profesionalmente, desde charlas y talleres hasta cursos de formación, como el CAD, nuestro programa de Competencias para la Alta Dirección.
En este newsletter quisimos abordar algunos factores que pueden tener un impacto positivo en la carrera. Para ello, conversamos con nuestras socias Tatiana Camps y Susana Cáceres, expertas en temas de liderazgo, coaching y comunicación para inspirarte con sus consejos e ideas para potenciar tus habilidades personales. Además, entrevistamos a María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres en Chile, para saber cómo las empresas están asumiendo el compromiso de fomentar el talento femenino en Chile. En este desafío, todos los actores son importantes.
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