Impacto positivo y finanzas verdes
19 julio 2022Por Paulina Leighton, representante de la Mesa de Sustentabilidad de REDMAD.
La promulgación e implementación por parte de La CMF (Comisión para el Mercado Financiero), entidad reguladora de todas las empresas listadas en bolsa y reguladas, de la NCG N°461 en noviembre del 2021 y que los criterios ESG estén como base de su metodología de Reportabilidad, han desatado una creciente preocupación por implementar estrategias y acciones de sustentabilidad en la mayoría de las organizaciones. Este hecho debiera ser visto como una gran oportunidad de inversión en nuestro país, desde las grandes empresas hasta las PYMES, que muchas veces son sus proveedores, tendrán que hacer cambios que impliquen inversión, pero en una transición justa (fair transition) y sostenible para poder adaptarse a estos cambios.
Por otra parte, al comenzar a reportar al mercado, estaremos en el radar de grandes inversionistas. Una tendencia que se ha venido observando es que bancos están financiando fuertemente, y con condiciones muy favorables, en empresas que hayan avanzado en este camino de sustentabilidad, sobre todo en Inversiones de Impacto.
¿Por qué la importancia de reportar? Porque todos sus grupos de interés: clientes, colaboradores, inversionistas, bancos, entre otros, podrán evaluarlos y de esta forma poder compararlos con su competencia, y por sobre todo saber si están identificando y gestionando riesgos en todas estas áreas y si están identificando y aprovechando oportunidades que también son derivadas de estos criterios. Así será más fácil para un inversionista decidir si invertir o no en una empresa que esté manejando bien su relación con sus grupos de interés, disminuyendo brechas de género y salariales, tomando en cuenta lo que pide su comunidad, haciendo un uso eficiente de los recursos hídricos, utilizando energía proveniente de fuentes renovables, disminuyendo su impacto medioambiental y ojalá impactándolo positivamente, esto por poner sólo algunos ejemplos. El Gobierno Corporativo juega un rol preponderante en este contexto, puesto que empresas que no tengan dentro de su propósito impactar positivamente a su comunidad y al medioambiente, serán escudriñadas por sus stakeholders y podrán demostrar que su estrategia y los cambios que están llevando a cabo no son sólo un green o socialwashing.
POR EL LADO DE LOS INVERSIONISTAS: Dentro de las posibilidades de inversión sostenible, existe un variado espectro dependiendo de la intensidad y exigencia de la incorporación de los factores ESG en las decisiones de inversión, que van de menos a más. De esta forma nos encontramos por un lado con inversiones enfocadas sólo en la Mitigación de riesgos ESG, y otros que además buscan Oportunidades medioambientales, sociales y de gobernanza; dentro de estas se encuentran aquellas con Foco en soluciones de alto impacto, también llamadas Inversiones de Impacto, “que cumplen con el objetivo específico de lograr un impacto social y/o medioambiental positivo y medible, así como el de obtener una rentabilidad financiera”.
La Inversión de Impacto en Chile a Julio del 2018 llegó a US$138,2 millones, a diciembre 2019 alcanzó los US$318 millones y “al cierre del año 2021, llegó a los US $390,2 millones, de una total de US$33.000 millones en AUM (Asset Under Management). Actualmente, hay además varias administradoras que están levantando capital para este tipo de fondos, por lo que esta cifra podría elevarse.
Por otra parte, una tendencia que se ha venido observando en el último tiempo y que claramente va en aumento es el financiamiento por parte de bancos e instituciones financieras de estos proyectos. Una de las características de estos créditos, que corresponden a la gama de las finanzas verdes, es justamente las condiciones más ventajosas para las empresas que los obtienen. En todo caso, para acceder a ellos el proyecto debe cumplir con varias características, entre ellas que los objetivos que persigue el proyecto estén dentro del core de la empresa, que se usen indicadores de acuerdo a los objetivos planteados, que dichos indicadores sean del tipo medioambiental o social y que sean de relevancia estratégica, que tanto indicadores como materialidad sean evaluados por una entidad certificada, que sean medibles y cuantificables y se vayan cumpliendo metas en el tiempo, entro otros. De esta forma, por ejemplo, se podría obtener una tasa de interés más baja a la del mercado, dependiendo del cumplimiento o performance de los indicadores planteados. Sólo a modo de ejemplo y de alguna manera marcando una tendencia, el año 2019 Acciona Chile cierra un crédito sindicado a los criterios ESG por US$30 millones. El año 2020 Cristalerías Toro hace lo mismo por US$40 millones y este año 2022 Empresas Iansa cierra un crédito sindicado a los criterios ESG por US$53 millones.
En síntesis, la incorporación de los criterios ESG debe incluirse dentro de la estrategia de la organización y no limitarse solamente a acciones por separado. Estos factores deben formar parte del propósito de la empresa y el Gobierno Corporativo tiene un rol preponderante en el cumplimiento de la estrategia de Sustentabilidad. Es así como puede presentarse ante el mercado con diversas iniciativas que impacten su entorno medioambiental y/o social positivamente. Estas iniciativas deben ser comunicadas de la forma en que los diversos estándares internacionales lo determinen y así presentarse tanto a inversionistas como instituciones financieras que están dispuestas a financiar proyectos sostenibles en mejores condiciones que la competencia. De esta forma las finanzas verdes ayudan a la sostenibilidad de las organizaciones que se han tomado en serio su compromiso con los factores ESG.
Artículos relacionados
Gobierno corporativo, compliance y sabiduría ancestral: responsabilidades y oportunidades para un liderazgo ético
Día del Marketing 4 de noviembre: la evolución del marketing en los últimos 20 años y sus desafíos actuales