La brecha salarial: más allá de la igualdad de remuneración
30 enero 2025Enero es el mes en que miles de jóvenes deben tomar una decisión que tendrá amplias repercusiones en su vida: la carrera que desean estudiar. Y ya con los resultados de la PAES y del proceso de admisión a la vista, es importante mirar cómo fue el comportamiento de mujeres y hombres.
¿Por qué? Porque acá podemos encontrar una de las causas de la brecha de ingresos. Este fenómeno es, por naturaleza, multifactorial, pero una de sus raíces tiene que ver con una socialización temprana que lleva a las mujeres a escoger desempeñarse en sectores que, en cierto sentido, son una prolongación de los roles tradicionales de género. Es lo que se conoce como “segregación horizontal”, y se traduce en la elección de carreras más feminizadas, con gran sobrerrepresentación en áreas de salud, educación y servicios, y mucho menos en las áreas más productivas, como las ingenierías, la minería o el sector financiero.
Por eso es que resulta importante considerar desde esa perspectiva lo que sucedió con el proceso de selección universitaria este año, ejercicio que contribuye a que entendamos mejor este fenómeno. Una primera noticia es que sigue habiendo distancia entre hombres y mujeres en el desempeño en matemáticas. Según explicó el exministro de Educación Harald Beyer, en la prueba de Matemáticas 1 siguió observándose una brecha en el resultado de hombres y mujeres. No solo eso: sobre la base de otros estudios internacionales, Bayer indicó que esta brecha sigue creciendo durante la educación superior y en la vida laboral. El académico concluye que la diferencia en competencias numéricas, a la que califica de irrazonable y que se origina en el sistema escolar, tiene un efecto duradero.
Es sumamente necesario tener en cuenta que la brecha salarial de género no se produce únicamente por la “segregación vertical”, que es la distribución desigual de hombres y mujeres en los diferentes niveles jerárquicos dentro de una organización. La brecha salarial también tiene que ver con el hecho de desempeñarse en sectores donde los salarios son más bajos y no optar por, por ejemplo, el mundo STEM, donde ocurre lo opuesto. Respecto de esto último, el proceso de admisión universitaria 2025 arrojó que el número de mujeres seleccionadas en carreras de ese ámbito llegó a 32%, dos puntos porcentuales más que en 2024.
Si bien estos números son una mejora, lo cierto es que persiste este gran desbalance. ¿Cómo avanzar? Harald Beyer releva la importancia de que tanto las familias como las escuelas cambien las narrativas respecto de las capacidades de las estudiantes, terminando con ideas que no tienen absolutamente ningún asidero en la realidad, como que las mujeres tienen menos talento que los hombres en matemáticas. Ese cambio de narrativas va aparejado de la visibilización, pues es clave mostrar aquello a través del ejemplo de decenas de mujeres que están conquistando logros en el mundo STEM. REDMAD ha buscado aportar tanto a partir de esa vía como de la generación de conocimiento en torno al tema, porque eso nos permite gestionar de forma más específica las problemáticas que rodean el fenómeno de la brecha salarial, y que van desde el universo de los cuidados hasta la misma gestión de la carrera. Solo con un compromiso colectivo que abarque educación, visibilización y políticas concretas podremos cerrar la brecha salarial y construir un futuro verdaderamente equitativo.
María Ana Matthias
Presidenta de REDMAD
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