La Inteligencia Artificial: un motor para la productividad y la igualdad de género

30 enero 2025

Por Karina Cubillos, Rocío Duque, Ximena Hernández, Clery Neyra y Bárbara Pérez, integrantes de la mesa temática de Tecnología y Transformación Digital.

La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser solo una promesa tecnológica para convertirse en una herramienta que redefine cómo trabajamos, creamos y nos conectamos. Para nosotras, como mujeres y profesionales en diversas áreas, esta transformación nos toca profundamente. Hemos visto cómo la IA abre puertas, derriba barreras y nos desafía a repensar nuestras propias capacidades. Pero también sabemos que, sin una mirada inclusiva y ética, su impacto puede ser desigual.

Desde los primeros avances en aprendizaje automático en 1997 hasta la explosión de la IA generativa en 2021, hemos sido testigos del crecimiento de esta tecnología y de cómo ha permeado nuestras vidas personales y profesionales. Hoy, con más de 2.000 herramientas de IA disponibles, reconocemos tanto las oportunidades como los riesgos. Más allá de la productividad, vemos en la IA un motor para transformar la sociedad, especialmente en la búsqueda de la equidad de género.

Datos éticos, decisiones justas

Una lección clave que hemos aprendido en nuestras experiencias es que la calidad de los datos lo es todo. Como señala Roberto Icasuriaga, director general de Modern Work en Microsoft: “Un proyecto de inteligencia artificial tiene alta dependencia de los datos que existan”.

Esto nos recuerda que, detrás de cada avance tecnológico, hay una responsabilidad ética. Datos sesgados producen decisiones injustas. Por eso, nos comprometemos a cuestionar, a revisar y a construir con cuidado las bases de esta tecnología. La IA no puede ser neutral si no lo son los datos que la alimentan.

Un puente hacia la equidad de género

Como mujeres, hemos experimentado las barreras que todavía persisten en muchos ámbitos laborales y sociales. Por eso, ver cómo la IA puede ser una herramienta para aligerar estas cargas y abrir nuevas oportunidades nos motiva profundamente.

Las mujeres líderes aportan perspectivas únicas en el diseño de sistemas que reflejen valores diversos y humanos. Este es un momento crucial para que más mujeres participen en la creación de tecnologías inclusivas y éticas.

Hemos comprobado cómo la automatización de tareas repetitivas permite a muchas mujeres, especialmente en roles de liderazgo, enfocarse en decisiones estratégicas e innovadoras. Esto no solo mejora la productividad, sino también el equilibrio entre la vida personal y profesional, algo que valoramos y promovemos desde nuestras propias experiencias.

Un futuro que debemos construir juntas

En América Latina, donde 51% de los CEOs ya contrata para roles relacionados con IA, tenemos la oportunidad de tomar la delantera. Sin embargo, la participación de las mujeres en estos espacios sigue siendo insuficiente.

Este es el momento de actuar, de aprender, de alzar la voz. Nosotras, desde nuestros distintos roles, hemos encontrado en la IA un aliado, pero también un campo de batalla donde luchar por más inclusión y equidad.

Nuestro llamado: lideremos el cambio

Las empresas que promueven la equidad de género en el desarrollo de IA no solo logran mejores resultados, sino que también construyen culturas organizacionales más resilientes y éticas. Equipos diversos no solo son más creativos, sino también más efectivos. En un mundo que demanda innovación constante, la diversidad no es opcional: es imprescindible.

Para cerrar, queremos dejarles una reflexión que nos guía en este camino: “La tecnología no cambia el mundo por sí sola; la forma en que la usamos es lo que define su impacto”.

Hoy, más que nunca, el futuro de la IA está en nuestras manos. Como sociedad, debemos decidir si será un motor de inclusión o un reflejo de las desigualdades que queremos superar. ¿Qué tipo de futuro queremos construir? Esa es la pregunta que cada uno de nosotros debe responder.