Opinión

La sala cuna universal: un gran avance hacia la parentalidad en nuestra sociedad

16 enero 2019

Andrea Orellana es una de las socias fundadoras de Red MAD y tiene 20 años de experiencia en el sector de educación técnico profesional y capacitación, administrando corporaciones sin fines de lucro, que promueven el desarrollo del capital humano en Chile. Actualmente es directora de ConTalento, empresa de gestión de capital humano, y sigue de cerca las iniciativas que promueven la inserción laboral de las mujeres, como el proyecto de la sala cuna universal, enviado en agosto por el Ejecutivo.

El proyecto de ley que busca instaurar el beneficio social de la educación, en el nivel de sala cuna, para todos nuestros niños, fue enviado por el Ejecutivo en agosto y se encuentra en el primer trámite constitucional, con urgencia simple en el Senado. Esperamos que la tramitación legislativa sea más rápida de lo que estamos acostumbrados, para que pueda tener pronto su promulgación.

Para todos los que promovemos la inserción y el desarrollo de la mujer en el mundo de trabajo, este beneficio ha sido uno de nuestros grandes anhelos: permite que, en nuestra sociedad, se fortalezcan conceptos como la corresponsabilidad y parentalidad en la crianza, como una actividad compartida de valor familiar y no exclusivamente de responsabilidad de la mujer.

El beneficio de la sala cuna siempre ha sido un tema de discusión porque está asociado a que el costo de contratación de las mujeres se ha ido encareciendo, por esta política donde la paternidad es asignada sólo por género, a las mujeres y a un número de mujeres contratadas en las empresas.

Para todos los que promovemos la inserción y el desarrollo de la mujer en el mundo de trabajo, este beneficio ha sido uno de nuestros grandes anhelos: permite que, en nuestra sociedad, se fortalezcan conceptos como la corresponsabilidad y parentalidad en la crianza, como una actividad compartida de valor familiar y no exclusivamente de responsabilidad de la mujer.

Hoy la sala cuna es un derecho que tienen las mujeres en empresas que poseen una dotación de 20 y más mujeres. Pero con el proyecto en trámite, se transforma en un beneficio universal para todos, incluyendo a todo tipo de trabajador -dependiente o independiente-, y a hombres y mujeres por igual.

El proyecto de ley estima que, con su aplicación, se logrará un aumento en la participación laboral de las mujeres de 1,7%, lo que impactará en un 0,9% de crecimiento del PIB. Sin embargo, en una sociedad que envejece cada día más, donde la tasa global de fecundidad -según el Censo 2017, del INE- es de 1,3 hijos, la cual no alcanza a la tasa de reemplazo de 2,1 hijos, para continuar desarrollandonos y sustituir una generación por otra, es prioritario promover la inserción activa y el desarrollo de la mujer en el mundo del trabajo.

El proyecto de ley estima que, con su aplicación, se logrará un aumento en la participación laboral de las mujeres de 1,7%, lo que impactará en un 0,9% de crecimiento del PIB.

Necesitamos a más mujeres trabajando, de manera de aumentar nuestra participación laboral más allá del 49% actual y acercanos a los estándares que poseen los países de la OCDE, cercana al 60%-. Esto nos permitirá enfrentar los nuevos desafíos que vivimos en la transformación de nuestra sociedad, accediendo a un mayor desarrollo y crecimiento sostenible para nuestro país.

Nos queda mucho por avanzar. Es impactante ver la brecha de género a lo largo del ciclo de vida que presenta el Informe Get de Comunidad Mujer: según este estudio, en la edad profesional o más productiva de las mujeres, relacionadas también a los ciclos de la maternidad, desde los 35 años en adelante, comenzamos a intensificar o profundizar las diferencias respecto de los hombres, llegando a nuestra vejez en una situación de vulnerabilidad, con brechas cercanas al 50% respecto de los hombres.

Eliminar todas estas discriminaciones de genéro y promover una inserción activa y de calidad para todas las mujeres en Chile, es clave. Debemos trabajar por asegurar que toda aquella mujer que quiera ingresar al mundo del trabajo, lo haga y permanezca a lo largo de su vida, si así lo desea. Así avanzaremos en construir una sociedad  inclusiva con más oportunidades y desarrollos para todos.

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