La sustentabilidad en el propósito de la alta dirección
30 noviembre 2021Por: Sandra Riquelme y Andrea Verdugo
Acabamos de crear nuestra mesa temática de Sustentabilidad, algo que nos tiene sumamente orgullosas, dado que todas las mujeres que se desempeñan en la alta dirección deberían tener este tema como algo transversal en sus organizaciones y en sus vidas. Esta mesa se ha creado, entonces, para incorporar este switch en nuestras socias: la sustentabilidad es importante en los gobiernos corporativos, esos espacios donde se toman decisiones y se identifican cómo funcionará la compañía.
Si pensamos a nivel mundial, la segunda organización humana más grande, después de la familia, probablemente sean las empresas. Por eso, las organizaciones deben estar a la vanguardia de los temas que significan una transformación cultural: es en ellas, lo sabemos, donde se toman una serie de decisiones que son significativas y relevantes para la sociedad.
Orientarse a ser una empresa sustentable hoy se ha vuelto un factor fundamental. Ya no solo debemos apostar a ser empresas sustentables como una forma de contribución social, sino como una forma de actuar que garantice el éxito comercial a largo plazo.
¿Qué hablamos cuando hablamos de sustentabilidad? De que el ser humano no puede ser tan voraz a tal punto de usar y agotar los recursos sin dejarlos disponibles para las generaciones futuras.
Para eso es importante tener primero un propósito que nos permita pensar primero el cómo y el qué. El escritor Simon Sinek explica en su reconocido Círculo Dorado, la relevancia de centrarse en el esquema del por qué, más que del qué. El por qué es el propósito, los motivos por los cuales hacemos lo que hacemos. El cómo es el proceso, las acciones específicas con las que se realizará el propósito. Y el qué es el resultado, básicamente lo que vendemos, a lo que nos dedicamos o el servicio que ofrecemos.
Al pensar en eso al interior de las compañías, hacemos que las empresas conjuguen la generación de valor junto a la protección de las personas, los vecinos, la comunidad y el medioambiente. Si entendemos la sostenibilidad como aquel proceso que permite generar riqueza sin descuidar a las personas y el medioambiente, entonces las empresas generan un impacto no solamente para los accionistas, sino para el conjunto de la sociedad.
Esto abre el camino hacia una economía mucho más transparente, más clara, colaborativa, cualidades que son vitales para la innovación y la prosperidad que todos esperamos. Pero para eso, es importante que los gobiernos corporativos sean capaces de cumplir con compromisos concretos, ya sea de disminución en el consumo de agua, de generación de residuos o compensación de emisiones de gases de efectos invernaderos.
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