Expertos abordan los alcances de la reforma tributaria en charla Deloitte
16 enero 2020Ximena Niño y Hugo Hurtado, ambos socios Tax & Legal de la firma, repasaron las modificaciones del nuevo texto presentado por el ejecutivo, y que se discutirá en el Congreso durante las próximas semanas.
“¿Qué nos depara el 2020 en materia tributaria?” Ese fue el título de la charla organizada por Deloitte, en conjunto con REDMAD, el pasado 8 de enero y que contó con las exposiciones de Ximena Niño y Hugo Hurtado, ambos socios Tax & Legal de la firma en Chile.
Hugo Hurtado dio inicio al encuentro haciendo un repaso del contexto que ha rodeado la discusión tributaria. Dijo que hasta antes del 18 de octubre, los diputados estaban dispuestos a aprobar el proyecto de modernización tributaria que buscaba entre otros aspectos sustituir los actuales dos sistemas de tributación: atribuido y semi integrado, por uno 100% integrado, considerando que se crearía la llamada contribución regional, con una tasa del 1%, para proyectos regionales superiores a los US$ 10 millones.
Ese proyecto se desechó por completo el 18 de octubre y en su lugar se presentó un articulado que modifica el mencionado proyecto, rechazando la idea de reintegrar el sistema de tributación de la renta y estableciendo una serie de nuevas indicaciones en diversas materias. Hugo Hurtado dice que a diferencia del proyecto original, esta nueva reforma apunta aumentar la recaudación para financiar la agencia social propuesta por el Gobierno, lo que implica importantes desafíos en momentos de menor crecimiento económico para el país.
“El apuro de aprobar esta reforma es que el año legislativo cierra en enero, y lo que se busca es que empiece a regir en 2020 para aumentar la recaudación”, dijo Hurtado, quien agregó que se espera que el proyecto se discuta en la Cámara de Diputados a mediados de enero.
Los cambios del nuevo proyecto
Ximena Niño dijo que tras el estallido social, el proyecto tributario del Gobierno se centró en tres nuevos ejes: potenciar a las pymes y el emprendimiento, entendidos como actores claves del crecimiento, apoyar al adulto mayor y aumentar progresivamente la recaudación.
Aclaró que se entendería por pymes aquellas empresas que tengan un promedio de ingresos iguales o inferiores a 75 mil UF y que realicen actividades productivas. Para ellas, se diseñó un sistema 100% integrado que establece un impuesto de primera categoría para la empresa de 25% y una tasa máxima de global complementario de 40%. Todos estos cambios regirían a contar del año comercial 2020. Eso quiere decir, que los socios de una empresa pymes pueden llegar a tributar solo hasta un 15% considerando que la empresa tributaría el 25%.
Para las empresas con ingresos superiores a las 75.000 UF o que no cumplen los requisitos para ser considerada una Pyme, les aplicará un sistema de tributación único que sería semi integrado, donde el impuesto de la empresa tendría una tasa del 27% y los socios o accionistas tributarían al momento que se realicen las distribuciones de las utilidades. Este régimen de tributación tiene algunas diferencias en varios aspectos respecto del primer texto.
Respecto del articulado que había sido aprobado en la Cámara de Diputados, el gran cambio fue que se desechó definitivamente “el corazón de la reforma”, dijo Niño, referido a tener un sistema 100% integrado remplazándolo por uno semi integrado. “Considerando que además se creó un nuevo tramo en el impuesto de segunda categoría y global complementario con tasa de 40%, se formularon ajustes respecto de los créditos para este último impuesto, de manera que ningún socio o accionista que perciba utilidades del sistema semi integrado, quede con una tasa de tributación superior a un total 44,45%”, explicó Niño. Esto es un 27% de tributo a la empresa, más un 17,45% respecto de los socios o accionistas.
Niño dice que este ha sido un aspecto polémico porque para los extranjeros residentes en países con los cuales Chile tiene un convenio de doble tributación vigente y también para aquellos que tienen un convenio suscrito y no vigente hasta el año 2026, la tributación total será de 35% –un 27% a la empresa y un 8% para los socios o accionistas extranjeros). “Por eso se ha dicho que el sistema sería discriminatorio”.
En cuanto a las nuevas propuestas del articulado, la experta destacó especialmente el impuesto a los bienes inmobiliarios que en suma tengan un avalúo fiscal sobre los 400 millones de pesos. Esta idea surgió a partir de la discusión y la demanda sobre un tributo al patrimonio, y también incluye a los bienes raíces agrícolas. Las pymes y los fondos de pensiones, en tanto, quedarían eximidos de este impuesto.
Otra cuestión que Niño advirtió como relevante dentro de los cambios propuesto es la eliminación gradual del Pago Provisional por Utilidades Absorbidas (PPUA). El proyecto contempla una eliminación gradual entre 2020 y 2023, y definitiva para 2024. “Esto podría afectar la posición financiera de algunas empresas, en la medida que la eliminación produzca un impacto en sus activos por impuestos diferidos asociados a las pérdidas tributarias”, dijo.
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