Acelerar el paso hacia la equidad
01 marzo 2022En el último tiempo hemos observado señales muy positivas, que nos sugieren que el liderazgo con equidad de género es hoy una intención concreta. Nuestro desafío es acelerar el necesario cambio cultural, con prácticas que sean sostenibles en el tiempo. Fomentar una cultura de corresponsabilidad, eliminar la brecha salarial y promover prácticas de flexibilidad laboral, que concilien la productividad con el bienestar, son algunos de nuestros objetivos.
El liderazgo con equidad de género se aprecia como una intención concreta en el actual escenario de nuestro país. Las organizaciones civiles, las empresas, los organismos públicos y la academia han empujado diversas acciones, estadísticas y evidencia para que más mujeres se integren al mundo del trabajo, en diferentes rubros, posiciones y responsabilidades. Los recientes nombramientos de mujeres en puestos clave, como, por ejemplo, la presidencia del Banco Central y el Ministerio del Interior, demuestran que la designación de mujeres con méritos profesionales y experiencia es una opción posible. Entonces, uno de los desafíos que enfrentamos como sociedad es acelerar el necesario cambio cultural para sostener estas prácticas que benefician positivamente los resultados de las organizaciones, y en consecuencia a la sociedad en su conjunto.
No obstante, para que estas decisiones sean sostenibles con frutos observables en beneficio del país, la recuperación económica y de las personas; se requieren prácticas sistemáticas, gestión con objetivos medibles y ritmo en implementarlas. Un reciente reporte de CMF dice que podríamos tardar 15 años en igualar el promedio de la OCDE, en representación de mujeres en puestos de liderazgo.
Se requiere, entonces, de un trabajo constante de los líderes y organizaciones públicas y privadas para acortar la brecha con los países desarrollados, capitalizando el valioso capital humano del que disponemos.
En ese contexto, este año nos hemos trazado tres objetivos para aportar en esta tarea. Primero, incentivar la reducción de la actual brecha salarial, ya que no hay ningún motivo que pueda retrasar los avances en esta materia. Para ello, creemos que hay que trabajar en dos ejes: por una parte, igualdad en los salarios ya fijados –el punto más difícil–, y por otro, garantizar que los nuevos puestos que salen al mercado laboral ofrezcan igual remuneración para mujeres y hombres.
En segundo lugar, promover políticas y prácticas claras que aceleren la cultura de la corresponsabilidad: un beneficio para las mujeres, y también para los hombres. En un estudio que desarrollamos el año pasado junto a Criteria Research se constata que, aunque los hombres están participando más en las tareas del hogar y de cuidado, estamos lejos de equiparar la responsabilidad. Por último, hemos definido como importante fomentar políticas de flexibilidad laboral, que es también una muy buena manera de combinar la productividad de las empresas con el bienestar emocional de sus colaboradores.
Para ayudar a identificar estas buenas prácticas y definición de políticas que orienten a las organizaciones, hemos definido que este año seguiremos aportando a la conversación, con datos, reflexiones e información recabada de nuestros propios estudios y de la investigación constante de otras fuentes relevantes. También entendemos que las organizaciones en general necesitaran apoyo en esta transformación, razón por la cual este año lanzamos un servicio de consultoría, con metodologías diseñadas por socias REDMAD expertas en el tema, con el propósito de poner al servicio de los líderes de las empresas nuestra experiencia y aprendizajes sobre estos temas. Sabemos que este cambio cultural requiere de un trabajo constante, sistemático y colaborativo; por ello seguiremos compartiendo con distintos actores sociales y participando con entusiasmo en aquellas instancias en que podamos aportar y aprender. Este es nuestro compromiso y forma de contribuir activamente en los desafíos de los tiempos actuales.
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