Ximena Díaz: “En REDMAD somos generosas: queremos que nos vaya bien a todas”

25 septiembre 2024

Abogada de la Universidad Finis Terrae y MBA de la Universidad Católica, ha construido una carrera sólida en el ámbito del cumplimiento y las relaciones laborales en Chile. Hoy se desempeña como gerente de Cumplimiento y Oficial de Ética en Tottus.

Desde pequeña que Ximena Díaz Cancino quiso ser abogada. “Hay personas que estudian obligadas por tradiciones familiares, pero ese no fue mi caso. Yo siempre quise esta carrera. Tampoco hay muchas materias del derecho que me desagraden, entonces, para mí, trabajar hoy en lo que estudié es como cumplir un sueño. Puede que, en ocasiones, sienta frustración como cualquier persona, pero, en el balance general, diría que estoy cumpliendo mi sueño día a día”, dice Ximena, quien cuenta con una amplia trayectoria laboral en empresas, y hoy se desempeña como gerente de Cumplimiento y Oficial de Ética en Tottus.

Ximena tuvo una temprana convicción de querer dedicarse al derecho laboral. Tras trabajar en el estudio Bárros Errázuriz en sus primeros años de carrera, en 2009 ingresó a TurBus y, al poco tiempo, se convirtió en jefa Jurídico Laboral. “Fue mi primera experiencia en el mundo corporativo y me encargué de todo lo relacionado con derecho individual, juicios, coordinación con el estudio jurídico, reconsideración de multas, entre otros aspectos. Era una empresa que, en esa época, contaba con 5.000 trabajadores y, además, era una empresa familiar. Fue un tremendo aprendizaje”, cuenta.

Luego ingresó a Walmart, como jefa Jurídico Laboral, y descubrió su pasión por el retail. “Lo que más me gustó del retail fue la rapidez; evaluar antecedentes y tomar decisiones con celeridad. Soy una persona resolutiva, lo que me ha permitido llevarme bien con el negocio, ya que no me cuesta tomar decisiones y tengo una buena comprensión del riesgo porque conozco bien los negocios, lo que me agrada mucho”, afirma.

Aprender a negociar

Luego de haber aprendido mucho de derecho laboral e individual, sintió que necesitaba aprender a negociar, y por eso se acercó a SMU. “Yo quería sentarme en esa mesa negociadora y no perderme esa oportunidad. Fui a SMU, comenté que quería dedicarme a la negociación colectiva y que estaba disponible. Mi hijo tenía alrededor de dos años y, tras hablar con mi marido, asumí la responsabilidad de toda la zona norte y parte de la Región Metropolitana, lo que me llevó a negociar mucho”, indica Ximena. Añade que siempre ha buscado las oportunidades y que ese ha sido el hilo conductor de su carrera: ir tras sus sueños y golpear puertas cuando sea necesario.

“En SMU aprendí a negociar y estuve casi tres años allí. Todo lo que sé sobre negociación lo aprendí en ese lugar, y guardo muy buenos recuerdos de la empresa y de la oportunidad que me brindaron”, cuenta la abogada.

También da las claves para una buena negociación: “Primero, la negociación no es un hecho puntual, sino un proceso que se mantiene a lo largo de toda la relación laboral; es algo continuo. Segundo, es crucial tener claro lo que uno quiere, pero también saber hasta dónde se está dispuesto a ceder. Y eso no hay que verlo como una pérdida, sino como la manera de llegar a un acuerdo. Si no se logra un acuerdo, nadie gana, y los resentimientos que surgen cuando una de las partes siente que no obtuvo lo que esperaba pueden afectar cualquier relación. Y tercero, la credibilidad es esencial, hay que ser consistente y mantener una línea clara para generar confianza”, apunta.

Nuevos desafíos

Luego de SMU, Ximena se desempeñó como abogada en Metro –en el área de Recursos Humanos– y en Pepsico, en su primer cargo gerencial, como gerente de Relaciones Laborales.

Hasta que en 2017 tomó un nuevo desafío: ser subgerente de Relaciones Laborales y Gestión de Tiendas en Tottus, cargo que desempeñó por casi dos años, para luego asumir como gerente de Cumplimiento y Oficial de Ética en la misma empresa, rol que ha mantenido por más de cinco años, y que la ha llevado a liderar la implementación y la ejecución de los distintos programas corporativos de la organización, verificando la aplicación de la normativa inherente a Prevención de Delitos, Libre Competencia, Derecho del Consumidor, Derecho Laboral, Medio Ambiente y la implementación de Protección de Datos.

“Me fascina aprender siempre, y continuamente busco maneras de seguir ampliando mi conocimiento. Por eso, en 2019 decidí que quería seguir estudiando. No sabía si continuar especializándome en derecho o hacer un MBA, pero, tras pensarlo, me di cuenta de que, dado que siempre he trabajado en empresas, un MBA me ofrecería una visión más amplia y me permitiría servir mejor a una compañía desde mi rol como abogada”, cuenta Ximena, quien finalmente tomó el MBA de la Universidad Católica.

Su entrada a REDMAD

“Conocí REDMAD, precisamente, cuando estaba haciendo el MBA y descubrí la Red a través de LinkedIn. En ese momento era solo una espectadora, pero me parecían muy interesantes las actividades que realizaban. Aunque estaba enfocada a full en el estudio, y no tenía tiempo para más, decidí que, al terminar, postularía”, afirma.

En ese momento, además, ella participaba en la directiva de Mujeres Conectadas en Falabella donde estaba Verónica Toro, socia activa de REDMAD. “Le comenté de mis intenciones de sumarme”, cuenta.

Ximena se unió a REDMAD en 2021, primero de manera expectante, observando. Hoy participa activamente, cada vez con más ganas de seguir aportando. “Ha sido muy gratificante encontrar mujeres con tanta energía y, sobre todo, tanta generosidad. Donan su tiempo y experiencia, a pesar de ser mujeres exitosas y con agendas muy ocupadas, lo que me llama mucho la atención. Es una Red muy bonita, porque todas buscamos que nos vaya bien, pero que nos vaya bien a todas, sin exclusiones. Me siento muy integrada y sigo con el mismo entusiasmo en mi carrera. Estoy siempre dispuesta a aprender y a aprovechar nuevas oportunidades, pues creo que de eso se trata la vida, de dejar que las cosas fluyan y aprovechar las oportunidades, y no cerrarse a ellas ni a las nuevas experiencias”, finaliza.