Lilian San Martín: “Mi sello en gestión académica es la incorporación de las mujeres en las carreras STEM”

03 junio 2024

Con casi 20 años de experiencia en educación superior, la ingeniera es directora de escuela y presidenta ejecutiva del Comité de Igualdad de Género de la Facultad de Ingeniería de UNAB Concepción. Además, integra el Comité de Equidad de Género y Liderazgo Femenino de la misma institución. Su quehacer, sin embargo, se expande mucho más allá.

“Todo mi recorrido profesional ha sido un reto. Desde mi formación hasta mi rol actual como ingeniera, la presencia de hombres en el área siempre ha sido mayoritaria”, afirma Lilian San Martín.

Este reconocimiento de un contexto en que las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) han estado monopolizadas por solo un género, fue lo que la llevó a especializarse en su quehacer, pero incorporando la perspectiva de género como desafío.

Por esto, tras egresar en 2001 como Ingeniera en Computación e Informática del Instituto Profesional Virginio Gómez, su trayectoria se ha nutrido tanto de experiencias nacionales, como internacionales, con diplomados y cursos en las mejores universidades del mundo, entre ellas Harvard, Deusto, Pittsburgh y el MIT, todas relacionadas a la educación, ingeniería o género.

A nivel nacional ha logrado posicionarse en distintos puestos de liderazgo en la academia, ocupando cargos que en el pasado muy pocas mujeres lograron alcanzar. Fue jefa de carrera en Sistemas Informáticos de la Universidad Santo Tomás y, este año, cumplirá una década como directora de la Escuela Facultad de Ingeniería de la sede Concepción de la Universidad Andrés Bello (UNAB).

“Mi sello en gestión académica es la incorporación de las mujeres a las carreras STEM”, enfatiza la ingeniera que, actualmente, está cursando su segundo año en el doctorado de Sociedad de la Formación del Conocimiento, de la Universidad de Salamanca.

Mujeres en STEM

Lilian explica que cuando estaba estudiando su carrera, solo el 10% de sus compañeros eran mujeres. Cuando empezó a trabajar esta brecha se acentuó, y fue entonces cuando se motivó para empezar a hacer actividades de socialización en los colegios, destacando la importancia de las mujeres en las áreas STEM.

Sus logros en este cometido son varios. Entre ellos, formar el proyecto WISE en Chile, que busca potenciar la innovación y los emprendimientos con bases tecnológicos para mujeres; y participar de la Mesa de Género de la Cámara de Producción de Comercio, donde colabora activamente con proyectos asociados a potenciar el ingreso de jóvenes en carreras STEM, así como realizar charlas asociadas a sus artículos de su investigación doctoral.

En este trabajo destaca a REDMAD en Biobío, con la que ha realizado ya varias actividades. Desde su rol académico, además, lideró el proyecto desde la academia denominado Beca Ingenia en UNAB, que impulsa la importancia del liderazgo femenino en carreras de ciencias.

“Este es un hecho muy relevante y me llena de emoción y orgullo”, comenta. “Esta beca, que empezó acá y que aumentó la participación de niñas en este rubro de un 23% a un 30% en la sede Concepción, actualmente se posiciona a nivel nacional. Es importante aportar este valor, entregar recursos y concretarlos”, agrega.

REDMAD como herramienta de visibilidad

Lilian es parte de REDMAD desde 2022 y llegó a través de Claudia Pavez, gerente de asuntos corporativos de Fluor Salfa. “Estaba justamente por empezar mi doctorado y el tema que iba a abordar era la reducción de la brecha de género en cargos de alta dirección en las industrias de la región”, comenta. Su incorporación a esta red significó nuevos lazos para robustecer y difundir su labor como investigadora.

Lilian también cuenta con bastantes distinciones, entre ellas ser nombrada Mujer Líder en el Women Economic Forum (WEF) y estar dentro del G100, grupo de mujeres destacadas entre las que se cuentan Premios Nobel, exjefas de Estado, ministras, empresarias, entre otras, todas unidas en un pacto para crear oportunidades masivas para las mujeres en todo el mundo.

Hoy, además, es parte activa de REDMAD, realizando convocatorias y eventos en conjunto con las socias de la región del Biobío. Ella destaca a la red como una herramienta de visibilidad, tanto en actividades para promover el rol de la mujer en espacios de alta dirección o para realizar acciones concretas en las metas que se proponen. También, comenta que ha conocido a muchas mujeres y estas conexiones son mucho más fáciles gracias a la entidad.

“Pertenecer a REDMAD ha sido una experiencia de autodescubrimiento y un espacio para encontrarme con personas que sueñan y trabajan por los mismos desafíos y anhelos. Ha significado formar lazos y visibilizar en conjunto la importancia de las mujeres en cargos de alta dirección”, afirma.

Amor y pasión por su familia

Lilian está casada hace 19 años, tiene una hija de 18 años y un pequeño de 12. Su familia es, en sus palabras: “Mi gran tesoro y amor”. Su día comienza practicando deporte a las 6:30 de la mañana, rutina que considera esencial para conectar mente y cuerpo y manejar el estrés.

Como para la mayoría de las mujeres que trabajan, asegura que no ha sido fácil conciliar vida laboral y familia, pero afirma: “Sí se puede. Soy una persona alegre que trata de ver el lado bueno de las cosas y me esfuerzo por estar presente y conectada con todos mis seres queridos”.

Así, entre familia, trabajo, REDMAD y sus estudios, construye lo que espera sea un aporte para el país, abriendo puertas, generando espacios y conectando con otros y otras que reconocen que las ciencias no son solo para unos pocos.