María Laura Severi: “Mientras más mujeres participemos en la minería, más fuertes somos y más presencia tenemos”

02 octubre 2023

Cuenta con 27 años de experiencia en el rubro de la minería, misma cantidad de años que ha trabajado en Fluor Corporation. Dentro de un ambiente masculinizado como este, asegura que la coparentalidad y el apoyo entre mujeres se convierte en algo clave para surgir.

María Laura Severi cuenta con 27 años de experiencia en el rubro minero, desarrollándose en distintas áreas en la empresa Fluor Corporation, tanto en el desarrollo de proyectos como en el área corporativa. Dentro del área de finanzas se desempeñó como Controller Regional para Sudamérica y también fue Controller para toda la línea de negocios de Minería y Metales de Fluor en el mundo. Hoy es Directora de Servicios de un proyecto minero Joint Venture en el norte de Chile.

Su título profesional, obtenido en la Universidad Nacional Lomas de Zamora de Argentina, su país natal, la certifica como Contadora Pública Nacional y, a lo largo de su carrera, ha continuado aprendiendo y actualizando sus conocimientos. En 2001 finalizó un MBA en la Universidad de CEMA, también en Argentina, y en el 2022 cursó un diplomado de Gobierno Corporativo en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Mujeres en minería

En cuanto a su experiencia en el rubro minero, María Laura asegura que este es un espacio “altamente masculinizado”. A modo de ejemplo, recuerda que hace 25 años, no había muchos baños para mujeres en las minas. “Hoy, gracias al esfuerzo de todos los actores, esto ha cambiado y evolucionado bastante. Todavía queda mucho por hacer, pero ha habido grandes avances”, indica.

Entre los desafíos que deben enfrentar las mujeres en la minería ha visto la reticencia a la hora de dar oportunidades laborales a las mujeres, porque históricamente estos son trabajos que hacen los hombres. En este sentido, recalca la importancia de generar redes y aumentar la presencia dentro de estos espacios.

“Las mujeres que actualmente trabajamos en minería estamos transitando por un momento histórico, generando espacio y abriendo camino a las nuevas generaciones de mujeres, Debemos estar unidas en nuestra diversidad, generando redes de apoyo y aumentando nuestra presencia en este mercado. Mientras más seamos, más fuertes somos y más presencia tenemos”.

Las redes de apoyo

María Laura ingresó a REDMAD en 2020 buscando una red de mujeres: “Hace casi 20 años que vivo en Chile y debido al rubro en que estoy inmersa, no tuve muchos referentes femeninos Me di cuenta de que me faltaba una red de apoyo como la que cuentan los hombres, y la verdad, REDMAD ha sido una experiencia muy enriquecedora en este sentido”.

Participa activamente de su círculo y, lo que más destaca de estas instancias, es lo gratificante de sentirse acompañada: “En las reuniones de trabajo generalmente soy la única mujer, entonces el poder contar con la experiencia de otras mujeres que pasan por lo mismo y están viviendo situaciones similares es una muy buena compañía”.

Asegura que la incorporación de las mujeres al mundo laboral y cargos de alta dirección es beneficioso para todos. “Somos, al menos, la mitad de la población, por lo que no incluirnos sería perder el 50% del talento”. Además, agrega: “Está absolutamente demostrado que los equipos, mientras más diversos sean, no solo en cuanto a género sino en cuanto a geografía, etnia o edad, más productivos y mejores son los resultados de la organización”.

Para María Laura es clave tener a mujeres en cargos de alta dirección y liderazgo, darles crédito a las habilidades femeninas: “Aprendemos viendo liderar hombres y los imitamos. Por eso creo que es tan importante tener modelos de liderazgo femenino que nos demuestran que se puede liderar desde la empatía, el cuidado y el apoyo; y no solo desde la firmeza o autoridad. A las nuevas generaciones les diría que no dejen de ser quienes son y que lideremos como mujeres, no como hombres, que es quizás a lo que estamos acostumbradas por enseñanza”.

Maternidad y coparentalidad

María Laura tiene dos hijas y, junto a su esposo chileno, conforman una familia “ensamblada” de cuatro hijos. Además, tiene un perro, Simba, y una coneja, Abril, quienes completan una familia numerosa. En su tiempo libre practica pilates, zumba y baile –que es su terapia–.

A lo largo de su vida laboral ha tenido un apoyo constante en su proceso de maternidad. “Así como los hombres necesitan una red de apoyo familiar para crecer en la empresa, a las mujeres nos pasa lo mismo. Necesitamos mucho una red y dejarnos apoyar”, asegura.

Durante su trayectoria, ha buscado el equilibrio entre la maternidad y el desarrollo profesional. “La maternidad es un tema importante en mi rubro porque los proyectos de construcción duran dos o tres años y, si uno sale por ocho meses, es complejo. Es una realidad que vivimos las mujeres, por lo que tenemos que apuntar a la coparentalidad, delegando las tareas y la crianza de los niños también a los hombres”, asegura.